Hace dos años, viernes 5 marzo 2021
Estamos a punto de firmar el contrato de un personaje que podría significar un antes y un después en la historia de Dolmen. No me atrevo a comentar nada ni siquiera aquí para no gafarlo (aunque no crea mucho en esas cosas). He procurado no decir nada (apenas con Jorge Iván y Jaume Vaquer) para que no suceda como alguna vez en el pasado, ya que parece que hay muy poca gente en la que puede uno confiar. Y estoy pensando en concreto en cosas como Spirou.
Nosotros seguimos avanzando a tope con obras como Monstruos (finalmente traduciremos el título) y Billy y Bolita en coedición con Francia. Pero al margen de eso no dejamos de sumar títulos a publicar en breve, lo que nos complica un poco el tema en el aspecto de liquidez financiera a corto plazo al tener que desembolsar mucho dinero en anticipos. Y para rematar el asunto, las devoluciones en marzo están siendo muy altas (por tercer mes consecutivo, aunque por lo que veo al releer el blog de hace dos años, es algo frecuente en esta época del año; se ve que mi memoria prefiere olvidar este tipo de cosas).
Pero en general la situación es bastante buena, ya que estamos cerrando muchos títulos buenos y las ventas de la novedad y el fondo acompañan.
Nota histórica: Ahora que ya está todo cerrado lo puedo escribir. Se trataba de Esther, cuyo enlace matrimonial está planificado para finales de este año. Aparte, hay más proyectos relacionados con el personaje en los que estamos trabajando.
Anteriormente, en el blog del editor:
Aprovechando este tricentenario del blog del editor, aprovechamos estas entradas para recuperar a modo de cápsula del tiempo algunas entradas similares de años más remotos. La distancia y la nostalgia de tiempos lejanos, supuestamente mejores, hoy nos lleva a 2020, 2018 y 2017.
Esta semana hemos avanzando en muchos frentes y se está haciendo mucho, mucho trabajo de campo. Aunque resulta frustrante el ver que el trabajo, por muchos que seamos, no cesa y se va acumulando. Imagino que es el sino de los tiempos actuales. Cada vez hay más gente, en todos los sectores, trabajando como pollos sin cabeza.
Estamos preparando una colección completa de nuestros libros en formato digital, aliados con Javier Cosnava, un verdadero titán en ese campo. Creo que esta relación puede resultar de lo más beneficiosa para ambas partes.
También seguimos mejorando, y mucho, nuestra web, habiendo aumentado las visitas en apenas quince días un 50%, lo que es una barbaridad.
Fruto de ello, en parte, es la venta de más de 100 ejemplares de la preventa del libro de MSX, que pinta verdaderamente bien. Por si fuera poco, el libro ha quedado impresionante. Menos mal que le cambiamos la portada, la anterior estaba bien planteada pero quedaba un tanto amateur.
Además, hemos descubierto un libro de Miyazaki publicado en inglés que podría funcionar francamente bien en España. Vamos a lanzarnos a tope con ello.
Este martes acudí a Málaga para el juicio que comenté la semana pasada. Ha sido una verdadera pena no llegar a un acuerdo, pero me temo que no ha habido intención en ningún momento y solo buscaban sacarnos dinero.
Nos piden casi 40.000 euros por haber publicado una novela sin existir contrato firmado por en medio. Al margen de los hechos en sí (largos de explicar por aquí) y de que pudiera haberse perdido el sobre por correos, está el hecho de que el autor reclame 20.000 euros de daños morales por haberse encontrado la novela en las librerías por sorpresa, cuando estuvo al tanto de todo y había subido incluso fotos suyas en las redes con el libro. Se dice que en el amor y en la guerra todo vale, pero estas cosas me desconciertan mucho. La cuestión es que retiramos el libro para evitar problemas mayores y eso nos hizo perder bastante dinero (impresión del libro, maquetación, corrección…), y no creo que eso beneficie ni al autor ni a nosotros. Claro que imagino que el autor debía de estar bastante escocido con las críticas recibidas en los primeros días de publicarse el libro y decidido buscar una opción mejor para rentabilizar su trabajo.
Nuestra presencia allí ha sido toda una sorpresa ya que no nos esperaban. Ni yo confiaba en poder ir, así se lo dije al abogado de la otra parte, pero el haber encontrado un billete directo a Málaga de ida-vuelta el mismo día (que me permitía recoger a mis hijos del cole por la tarde) y que el amigo Solera pudiera acudir como abogado por tener disponibilidad, lo facilitó todo.
El caso es que no podíamos presentar prueba de ningún tipo por haberse pasado el plazo, simplemente solicitar la declaración de dos testigos nuestros. Los elegidos, fueron Jorge Iván como editor freelance de la línea y Darío como director editorial, para de esa forma poder declarar sobre algunos aspectos claves del caso. La suerte es que Solera sabe mucho del tema, como buen seguidor de los comics que es de toda la vida, y eso ha hecho que pudiera convencer al juez de la necesidad imperiosa de sus testimonios (hecho que aunque parezca que Perogrullo no lo es, ya que el juez parecía poco proclive en principio a tener dos testigos).
Ha sido un triunfo inesperado que nos da algo de luz en todo este desagradable asunto.
Ha sido también un placer conocer a la mujer de Solera, un encanto de persona, abogado también, y el poder los tres dedicarnos una hora después del juicio para ponernos al día de nuestras cosas.
Cuando la gente es buena, eficaz y poco problemática, las cosas salen solas. En apenas tres días hemos negociado y firmado el contrato con Sandra, la chica de la web de ‘Treintaytantos’.
Creo que reeditar su libro No sé si tirarme al tren o al maquinista puede ser un boom, por no hablar del libro en el que está trabajando ahora (casi todo historias de su blog): Se me pasa el arroz, pero no el conejo. Es una chica jovial y con las ideas claras.
Esta semana he interactuado más con Dati, cuyo potencial es enorme. Iremos trabajando juntos e intentando que abarque otras áreas más allá de marketing.
Hemos tenido la partida semestral de póker y nos lo hemos pasado genial, como siempre. Todo el mundo ha recuperado los 20 euros iniciales y nadie ha tenido que poner de más, como solía suceder. Cosa extraña, apenas un full y un póker, cuando lo normal eran muchos de lo primero y algunos de lo segundo (ni quitando cartas ligábamos un trío).
Hemos tenido a Quim Bou por la isla en una presentación rápida organizada por el IEB. Me sabe mal, con más tiempo hubiéramos podido quedar más tiempo, pero otra vez será. Quim es un tipo genial, de las mejores personas que he tenido el gusto de conocer.
Las previsiones económicas son estupendas, realmente prometedoras, y tengo muchas ganas de que avance el año y ver si se cumplen mínimamente.
Y ya tenemos casi listo el Flash Gordon, uno de los tebeos que más me apetece ver impreso en mucho tiempo.
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