Nos hemos quedado perplejos todos ya que lo último que nos esperábamos era esto. Al parecer, después de tantos años, hay alguien que dice ostentar los derechos de la serie al haber comprado el accionariado de la editorial madre, y que en base a los cheques que cobraban los dibujantes en aquel entonces, donde ponía en letra pequeña que renunciaban hasta de su padre y de su madre, ahora no son los poseedores de la obra y que nos les pertenece en absoluto.

Imagino que lo normal será recibir un burofax en breve, ya que me extraña que en vez de recibirlo nosotros lo reciba nuestro distribuidor. Desde luego, este tipo de cosas son siempre desagradables y espero no recibir nunca más ninguno, ya que como yo mismo digo nunca anuncian nada bueno (ni los burrofaxes ni los certificados con acuse de recibo). En fin, es lo que hay.