Jueves, 5 marzo 2009: Cursillos de las narices, o cómo tocarle los cojones a un editor (seguro que me arrepentiré luego de escribir estas palabras).
¿Dónde está el problema con el BBVA? Lo puedo ver en la mirada de la directora, no se toma en serio una empresa que se dedica a hacer tebeos, nunca se lo tomó en serio. Ve los números, le cuadran pero no ve claro el dejar dinero en algo que va acabar siendo destinado a una cosa que no tiene muy clara como es el hecho de invertir en comprar ‘derechos’. “¿Qué es eso de los derechos?” preguntó el otro día, “¿Y eso del pago de royalties? Es que es mucho dinero por unos dibujos” Claro que sí, ahora será ella la que ponga las tarifas de los dibujante de comics en España, y yo iré y le diré a ella el sueldo que debe de cobrar, y de paso dónde puede irse. Creo que me ha logrado cabrear, pero es que cada frase era un disparate detrás de otro. “¿Y porqué les pagas cuando dibujan y no a tres meses como hace el distribuidor contigo?”. Claro que sí, le digo a un autor que cobrará a los tres meses de publicarse el tebeo y seguro que encima me ha de dar las gracias por darle trabajo. “No sé, no sé… quizás deberías de aprender a negociar mejor. Me sé de unos cursillos que irían bastante bien”. Todavía no entiendo cómo no la mandé a la mierda.
Encima hay un lío de narices con el material de Edilog (la empresa logística que quebró y que ahora lleva otra gente). Al parecer los palets los dejaron descolocados y nos quieres cargar una pasta por volver a colocar algo que se suponía estaba ya hecho.
Encima hoy hay Salón del Comic en Granada y no deja de llover por allí, y me dicen que no hay absolutamente nadie. Y por si fuera poco, el distribuidor ha llevado sólo tres copias del tomo del Cazador de Rayos de Kenny, después de haberle insistido a éste que fuera a firmar; he hecho todo lo humano por tenerlos pero no ha habido forma, me imagino el cabreo que llevará el pobre Kenny quer cada año pasa igual en Granada, su tierra.
Ponemos un circo y nos crecen los enanos. Tendré que hacer uno de esos fabulosos cursillos.