Y mira que llevo 20 años escribiendo cosas que luego son leídas; escribiendo bien como editor, como redactor, como novelista, como entrevistador, entrevistado… Creo en el fondo que me paso el día escribiendo. Pero supongo que en cierto modo esto es mucho más personal, aunque en el fondo se trate del diario de guerra de una editorial, y lo que escribo no deja de ser un poco nuestra historia, que no sé si interesará a alguien (sobre todo porque está escrita a las tantas de la madrugada y sin el repaso de estilo que se merecerían estas líneas).

Y al final parece que saldremos adelante, aunque echando la vista atrás veo lo complicado que ha resultado todo hasta llegar a este punto, y nos sigue faltando algo de tiempo para rematar el trabajo de estos dos últimos durísimos años que no le deseo a nadie.

Nota histórica: Menudos dos años los siguientes a escribir esas líneas por culpa de la dichosa crisis y, sobre todo, los bancos de marras (que en vez vez de echarte un cable te echan una mano, sí, pero al cuello). La suerte es que seguimos aquí y las perspectivas a medio plazo para 2013 son buenas. ¡Pero sigo sin desearle esto a nadie!