…que llegaba a Camaleón con la idea de echarnos del sitio que había sido nuestra casa durante años (otras de las condiciones que ahora recuerdo nos imponía era que la publicidad debería de pasar a ser gestionada por ellos, lo cual también me pareció espantoso en aquella época, claro 🙂 ).

A día de hoy me doy cuenta de que, efectivamente, editor es el que pone el dinero de su bolsillo y lo arriesga, y en aquel caso esa función la acometía Camaleón que a fin de cuentas nos pagaba por publicar mensualmente la revista (fanzine que la denominábamos en aquella época).

Tengo que admitir que en todo el tiempo que estuvimos con Camaleón, en NINGÚN momento recibimos ninguna instrucción al respecto (de hacer reseñas positivas de sus tebeos, por ejemplo), no hubo ninguna diferencia editorial antes de estra con ellos (Dolmen #-1 a Dolmen #6), durante (Dolmen #7-32), o después (Dolmen #33-179, que ya está en imprenta), nos dejaron criticar sus tebeos y nunca nos dijeron nada al respecto (excepto puntualmente incluir algún anuncio).

Creo que hablar de Toni Guiral a estas alturas sería redundante, el tiempo se ha encargado de ponerle en el sitio que se merece como la persona inteligente y conocedora del medio que es. Una de esas personas que puedes sacar a pasear delante de los medios ya que no tiene ninguna pinta de freaky peligroso (que no quiere decir que no lo sea).

Además, nunca está de más el aprovechar para dar las gracias, ya que hará cosa de poco más de un año nos condonó el importe de una factura de un artículo por un lote de cómics que, bien sabe él, le habríamos enviado de igual forma.

Tenemos suerte de contar con él de nuestro lado en el mundo de los cómics.