Hace dos años, domingo 2 abril 2023

            Semana de Salón del Cómic de Barcelona, precedida de una visita rápida a Madrid.

            Y es que aprovechando el viaje, conseguí concertar una reunión de los hermanos Fresno para ver si hay alguna opción de publicar Benito Boniato. Es una serie que nos gustaría mucho editar ya que encaja perfectamente en nuestro catálogo Fuera Borda. Hacía tiempo que queríamos cuadrar el vernos, pero al ser ellos de Valladolid lo teníamos complicado. Pero por fin puedo ser. La reunión duró dos horas y media y fue de lo más agradable. Es gente culta y con talento, mucho. Desde que dejaron Bruguera han tenido una librería, llevado una imprenta, una editorial… lo que viene siendo todas las ramas de la edición y publicación. En principio están interesados, por lo que espero salga todo bien.

            Aunque el Saló fue bien en general, con las mejores ventas de toda nuestra historia, la semana fue algo agridulce por dos asuntos. Estando en Madrid llamé a Unzueta para comentar algunas cosas que teníamos pendientes relacionadas con un libro infantil que le publicamos. Sabía que no estaba muy contento con algunos temas como la promoción realizada (precisamente por la persona de prensa que nos dejó hace unos días). A pesar de ello, la responsabilidad final recae sobre mí, y más si tenemos en cuenta mi buena relación con Ángel Unzueta. Fue media hora muy dura de aguantar. Fue amable en el tono, pero sus palabras resultaron de lo más dolorosas por la verdad que contenían. Me comentó que viajaba a Barcelona junto a Koldo y Mikel, por lo que al menos organizamos firmas en el stand y le invité a la cena de Dolmen, donde este año fuimos 23. Casi nada.

            Y la cena nos lleva al otro asunto complicado del día, una discusión sobre la Inteligencia Digital y su uso en una portada de un libro que saldrá en unas semanas. El tema es largo y lo dejaré para la semana que viene, cuando espero se haya resuelto el tema.

            Al margen de eso, en el Salón lo más importante es que todo fue bien. Todo el equipo funcionó de lujo y pude ausentarme del stand para dedicarme a otros asuntos. Aunque la pena es que se pasó volando y me quedé sin mucha gente a la que siquiera saludar. Es una pena, pero siendo solo tres días se comprime todo mucho.

            Emotivo fue el Gran Premio del Salón a Trini Tinturé. Esta vez nadie se quejó, y menos mal, porque era de lo más merecido. La mujer estaba emocionada y visiblemente contenta. Pudo pasarse por el stand a firmar algunos ejemplares, pocos porque su salud es notablemente mala.