Esta es una de esas novelas que te atrapan desde la primera página y no te sueltan hasta mucho después de haberlas terminado. El llanto del cuco, la nueva obra de Iván Ledesma será tu próxima adicción.

La premisa es tan sencilla como perturbadora: Aarón, un niño de cuatro años, desaparece tras subir al ascensor de su casa. Nunca llegó al colegio. Nunca volvió. Han pasado cuatro años y su ausencia sigue pesando sobre su familia y sobre todos aquellos que alguna vez compartieron tiempo con él.

Lo que podría parecer un caso cerrado se convierte en un laberinto de traumas, miedos y secretos. Con capítulos breves, ritmo frenético y constantes cambios de punto de vista, Ledesma construye un thriller coral, lleno de personajes complejos y matizados, en el que nadie es lo que parece.

Su estilo directo y crudo nos devuelve a La Colmena, escenario que ya estremeció en El rito circular. Allí, entre pasillos grises y ascensores que se tragan vidas, emerge un terror cotidiano que cala hasta los huesos.

El llanto del cuco se mueve entre lo policiaco y lo macabro, entre lo real y lo pesadillesco, para plantearnos una pregunta incómoda:
¿y si los verdaderos fantasmas no vivieran en el más allá, sino en las heridas que nunca dejamos curar?

Una obra recomendadísima para amantes del thriller oscuro y psicológico, de esos que dejan huella y obligan a mirar de reojo la próxima vez que se cierre la puerta del ascensor.

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Y además, en octubre llega su versión en catalán, consíguelo aquí: El plor del cucut