Es una lástima, desde luego, ya que por desgracia sé que el dinero le iba bastante bien ya que está pagando una hipoteca solo, pero es lo que pasa cuando se piensa con el corazón y no con la cabeza (y es que, para rematar la faena, ha enviado sin querer un mail destinado al correo personal de la persona que despedimos el mes pasado y causante de todo este lío al correo de la empresa de ésta, y que al estar dado de baja llegó al correo general de dolmeneditorial; y digamos que lo que ponía no era precisamente agradable).
Bueno, a los quince minutos ya tenía sustituto para la función de esa persona en Dolmen, ése nunca fue el problema, la cuestión es que me preocupa cómo acabará, en lo emocional, en lo personal y con el tema de la hipoteca como éstas suban.
Por lo demás, el tiempo lo cura todo, por lo que espero que podamos retomar la relación personal en el futuro porque la verdad es que los buenos recuerdos que tengo superan a los malos de esta última etapa.
Desde luego debería de alejarme un poco más de la gente que trabaja en la editorial y seguramente nos iría mucho mejor a todos. Me guste o no, sin mano firme las cosas se acaban yendo al garete si no tratas con gente que sabe respetar a la hora de la verdad la cadena de mando.