Hace dos años, lunes 27 julio 2009: Sobre lealtades contrapuestas
2 agosto, 2011 | 0 Comentarios

Estábamos montando un comic manga cuando nos hemos puesto a buscar unas imágenes que recordaba perfectamente estaban en una carpeta aparte de la chica que se fue hace cosa de un mes; el caso es que, a pesar de haber accedido a ella tras la marcha de ésta hace apenas una o dos semanas para coger otra imagen de publicidad de un anuncio para el Dolmen, ahora no estaba. Había desaparecido la carpeta completa.

¿Había regresado la chica en cuestión a borrarla ya que no le había pedido las llaves de la oficina? (ingenuo o tonto que es uno). Le he preguntado a las personas que estaban en la oficina ya que, para rematar, resulta que el ordenador tiene un programa con registro interno (que pocos saben que existe) que entre otras cosas te indica las cosas que se borran y cuándo. Cosas de la persona informática que lleva este tema y la seguridad informática, cosas que nunca le das la importancia que tienen hasta que suceden cosas así.

Efectivamente, la carpeta había sido borrada sin que nadie me consultara nada.

Tras consultarlo resulta que es un delito denunciable, de modo que he preferido preguntar a todos los que tienen llave de la oficina, y ha sido cuando una de ellas me ha dicho que él a instancias de la chica que se fue había borrado la carpeta. Le he mencionado lo de la denuncia simplemente para hacerle ver que hacer este tipo de cosas es grave (poco más, le considero un amigo y aunque esté despistado con asuntos personales que no vienen al cuento aquí, lo último que haría es denunciarle).

Pero se ve que él no me debe de considerar un amigo ya (las cosas personales que decía antes y que seguiré sin mencionar) debido a que se ha ofendido bastante diciendo que si eso de denunciar se lo decía a la cara, y que él había borrado algo pero no lo que yo decía (vamos, que con el tema de la denuncia, reculó).

He preferido contemporizar las cosas y no mandarle al cuerno como debería de haber hecho, pero he pensado que mejor no llevarme por la emoción del momento, ya que mis circunstancias personales (Nikole sigue en cama y yo estoy de los nervios cuidando de todo el mundo en casa) no son las mejores como para permitirme hacer juicios personales de ningún tipo.

Simplemente le he dicho que ha borrado cosas de un ordenador de la empresa que no le atañían sin consultarme a mí y preguntando a una tercera (a instancias de ella, vamos, aunque eso no me lo haya dicho pero lo presupongo)

Está claro lo que debería hacer, echarlo a la calle. Lo que ha hecho no es precisamente muy ‘leal’ (ni legal). Ya se le pasará la tontuna que lleva y verá la luz, en el fondo no deja de ser un amigo y lo hemos pasado bastante bien juntos (y él tampoco lo está pasando bien por lo que sé por otro lado).

Entrada algo críptica ahora que caigo.

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