Las cosas en el Cluster de Comic de Palma (una asociación cultural integrada por diversas partes de un mismo sector) están muy caldeadas, lo cual contrasta con el ‘buen rollismo’ con el que comenzó la cosa.
Al final, mucha gente tira por su cuenta, y cuesta cuadrar los intereses de tantas partes enfrentadas y diferenciadas, con la gente haciendo la guerra por su lado. Hay muchos intereses contrapuestos, las finalidades no están claras (y no las comparto, personalmente creo que el fin debería de ser la de tratar de expandir la lectura de comics), etc. Han surgido algunas polémicas agrias entre miembros y los correos que han volado han sido destructivos, lo que ha provocado la marcha de alguno de sus miembros.
Por nuestra parte, hemos seguido avanzando en la compra de títulos para las líneas abiertas, con algunos buenos éxitos en el bolsillo como la serie la holandesa Agente 327 (que pedía todo el mundo) y alguna otra que está al caer. Estoy muy, muy contento.
De todas formas, tenemos mucho dinero invertido en Sudamérica y eso se nota, por lo que habrá que frenar un poco o la cosa volverá a complicarse (y Paqui, nuestra administrativa, me mirará mal por romper con la cosa ésa del cash-flow).
De momento, Darío y yo vamos llevando el tema de prensa, y nos vamos apañando sin nadie en ese puesto. Yo llevo el Facebook y durante un tiempo seguiremos así mientras pensamos qué hacemos y cómo lo enfocamos.