DICK TRACY 1948-1949

Sí quieres acercarte a las esta serie pero no tienes claro si te quieres hacer la colección o no, compra este libro y si no alucinas con él, ten claro que no es lo tuyo. Chester Gould desde el inicio de Dick Tracy (ver los libros que editó Norma) no para de evolucionar. De un dibujo y guión con intención de realismo en una serie de crimen, con resultados muy deficientes por las limitaciones artísticas del autor, evoluciona hacia una caricatura sucia para llegar a una extraña elegancia próxima a la Línea Clara de los 80. El realismo de las historias evoluciona a algo esperpéntico de villanos carismáticos, monstruosos y brutales, con un destino de lo más funesto y imaginativo. Pero curiosamente, no tienes la sensación de estar ante una serie sádica o gore, la caricatura gráfica y guionística lo suavizan todo sin dejar de asombrarte. Dick Tracy es una de las mejores series negras solo comparable con series como The Spirit o Balas Perdidas.
Este tomo parece dedicado a mujeres fatales, una rehabilitada (víctima de la miseria y el analfabetismo), otras ya viejas, son damas de fachada respetable pero de alma carnicera, y otra atractiva y elegante pero pura víbora. Y también tienes una víctima de abusos con capacidad sobrada de defenderse.
Lo dicho, si éste libro no te alucina, ni Dick Tracy ni Chester Gould son lo tuyo.