Hoy hace justo un año del temprano fallecimiento de Carlos Pacheco, uno de los mayores historietas españoles de todos los tiempos, y el que para muchos era el mejor de su generación. Pero para nosotros fue siempre algo más que eso. Fue socio, colaborador, articulista. Pero sobre todo, fue un amigo y alguien al que echamos mucho de menos.

Porque Carlos Pacheco era esa persona con la mente preclara y equilibrada a la que consultar en caso de duda moral, existencial o comiquera.

Porque Carlos Pacheco tenía un sentido común fuera de lo normal, era reflexivo y equilibrado en la opinión, siempre alejado de los extremos.

Y porque Carlos Pacheco como persona superaba mucho al dibujante. Y eso es mucho decir.

A lo largo de este año, ha resultado imposible no detenerse a mirar parte de lo que fue su obra, de lo que es su legado. Y esa sensación de pérdida humana se ve acrecentada ante todo lo que no pudo salir de sus manos por culpa del tiempo que nos lo arrebató antes de lo esperado, por la maldición de la ELA. Cada imagen rara que aparece nueva por las redes en forma de comission o ilustración perdida, no hace sino aumentar la admiración de propios y extraños hacia su talento.

A lo largo del siguiente año en el que cumplimos 30 años como editorial intentaremos hacer algo más que homenajee su figura, porque el Tour 2023 de las librerías se nos quedó pequeño. Y es que él estuvo desde el primer día de esos 30 años con nosotros, con el compañero y amigo Jaume Vaquer que nos lo presentó en aquel lejano Salón del Cómic de 1994.

Y aunque sirva de triste consuelo, al menos pudimos despedirnos de él en persona apenas unos días de su marcha final. Fue en compañía de los otros dos mosqueteros, Rafael Marín y Jesús Merino, en unos días que ahora quedarán para siempre en nuestra memoria personal. Curiosamente, no hubo ninguna foto pero estoy seguro de que todos lo atesoramos a fuego en nuestra memoria.

Todas estas líneas sirvan para mostrar nuestro más humilde respeto para el artista y el amigo que se nos fue hace hoy un día.

Foto: Un buen recuerdo para un día como hoy. Uno de las fotos más simpáticas que tenemos de Carlos Pacheco. Salón de Barcelona (1997), junto a Jim Lee y Ryan Benjamin.