Ocio Zero

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por Ftemplar

La Línea Z de la editorial Dolmen continuúa publicando libros de temáticas diferentes dentro del género Z y aunque la mayoría de sus títulos están en lengua castellana, de vez en cuando nos van a ir acercando aquellas novelas que están dando que hablar en el extranjero. El alzamiento (The Rising) es el primero de ellos. Se considera a Brian Keene junto a Max Brooks (Guerra Mundial Z) como uno de los grandes precursores del género zombi dentro de la literatura actual, además de añadir que El alzamiento es la novela ganadora del prestigioso Premio Bram Stoker, así que elogios no le faltan.

El alzamiento cuenta el viaje de Jim a lo largo de unos Estados Unidos arrasados en busca de su hijo (podría decirse que tiene un estilo cercano a una road movie), a la vez que se van pudiendo leer capítulos de otros supervivientes como el científico Baker, culpable de los acontecimientos que están acabando con la humanidad, Martin, un anciano sacerdote que acompañará a Jim durante casi todo el viaje o Frankie, una ex prostituta drogadicta, que intentará redimirse de su turbio pasado en este nuevo mundo de pesadilla. Todos estos personajes se cruzarán antes o después en la vida de Jim.

Antes de seguir con la reseña, aclaro que los zombis de El alzamiento son bastante particulares y no se ciñen al estereotipo creado por George A. Romero, ni de lejos: estos zombis son inteligentes, capaces de tareas complejas como disparar armas, conducir e incluso planear emboscadas a gran escala, además no sólo los humanos son susceptibles a ser «zombificados», sino que por sus páginas veremos todo tipo de animales convertidos en devoradores de carne humana (algunos bastante curiosos), añadiendo un plus al reto de la supervivencia. Aunque también tienen algunas semejanzas con los zombis que todos conocemos, ya que necesitan devorar carne y sólo pueden ser derrotados destruyéndoles el cerebro. Puede que sobre todo al principio los lectores más frecuentes del género, entre los que me encuentro, no terminen de ubicarse en la historia precisamente por estos hechos, pero una vez te dejas de prejuicios, la historia crece y acabas gustando de ellos. Brian Keene también nos explica de donde salen estos zombis y lo que son realmente.

El libro es una fiesta de la violencia y del gore más visceral y explícito que pocas veces he encontrado en un libro (excepción hecha de Al acecho de Jack Ketchum). El autor tiene un gusto especial por contar escenas truculentas y desagradables, te llega a dejar mal estómago de lo gráficas que resultan ser sus escenas, y veremos todo tipo de atrocidades, muchas de ellas llevadas a cabo por los humanos, que incluso dejan a los zombis en buen lugar.

Una de las cosas del libro que menos me ha gustado (por buscar algo negativo) ha sido el personaje protagonista, Jim, quien se me queda corto como para llevar el peso de la historia, y por ello le viene muy bien a libro centrarse en otras tramas que a mi personalmente me han enganchado más, como la de la ex prostituta.

Su visión post apocalíptica cruda y desoladora, donde la humanidad no tiene ningún resquicio de seguridad, os aterrará y atraerá, y es que merece un buen hueco en la estantería de cualquier aficionado al género.

Autor
Brian Keene, ganador del premio Bram Stoker, es el autor de No Rest for the Wicked, No Rest Redux, Talking Smack y 4X4 (coescrita con Geoff Cooper, Michael Huyck y Michael Oliveri). Es el único autor de terror nominado a cuatro premios Bram Stoker el mismo año. Sus historias cortas de ficción han aparecido en cientos de revistas y antologías. Keene también es el editor de la sección de ficción de Horrorfind.com y editor de la antología The Best of Horrorfind. Puedes saber más de él en www.briankeene.com. Le gusta escuchar a sus lectores y que mujeres hermosas le inviten a chupitos de tequila.

Sinopsis
Nada permanece muerto mucho tiempo. Los muertos están volviendo a la vida, inteligentes, decididos… y hambrientos. Huir parece imposible para Jim Thurmond, uno de los pocos supervivientes de este mundo de pesadilla. Pero el joven hijo de Jim también está vivo y en peligro a cientos de miles de kilómetros. Pese a las terribles adversidades, Jim jura que lo encontrará… o morirá en el intento.

Junto a un anciano sacerdote, un científico devorado por la culpa y una ex prostituta, Jim se embarca en un viaje a través del país. Juntos se enfrentarán a los vivos y a los muertos vivientes… y al aún más terrible mal que los aguarda al final de su viaje.

Conclusión
Sabiendo además que estamos ante la primera parte de la historia, ya que hay una continuación, no deberá sorprendernos el final al que llegaremos. Por eso pido desde estas líneas a la editorial que no retrase mucho (en la medida de sus posibilidades) la publicación de esa otra novela. Incluso sabiendo que Keene tiene alguna otra del género con muy buena crítica allende los mares.
Dejando a un lado los prejuicios que solemos tener los amantes del zombi ante cualquier mínimo cambio que tengan nuestros podridos, a buen seguro que disfrutaremos de las aventuras que el pobre Jim tiene que pasar hasta llegar a encontrar a su hijo. Yo lo he hecho y así espero habéroslo transmitido.

Lo mejor: Cambia completamente la visión de los zombis y además está muy bien escrito.
Lo peor: Precisamente es algo costoso meterse en la historia al principio por esto.
Nota: 70

La Biblioteca Imaginaria

Juan José Castillo

Quizás no sea el más indicado para hablar de este tipo de libros. Los argumentos sobre zombies me han gustado desde que tengo uso de razón y quizás eso quiera decir que con muy poquito me conformo y normalmente salgo contento cuando leo un libro sobre muertos vivientes. No es así. Os lo aseguro.

Ante la zombificación literaria que están viviendo las librerías de nuestro país, deambulaba alrededor de ellas a regañadientes, buscando una buena historia y mirando en derredor a montañas de hojas y a los transeúntes como si ya estuviese sumergido en una de esas historias apocalípticas. Mientras lo hacía, en mi memoria navegaba Brian Keene y su The Rising (El Alzamiento) del cual había oído hablar fenomenal a lectores y a foros de internet.

Ahora agradezco a mi conciencia ese reclamo y agradezco a Dolmen su publicación. Brian Keene se ha convertido en uno de los puntos de referencia de la literatura zombie actual. El Alzamiento ganó el premio Bram Stoker (el más prestigioso premio de novelas de terror) a la mejor primera novela en 2003. En El Alzamiento, Jim Thurmond sufre bajo tierra. El mundo ha cambiado y los zombies -con una cierta peculiaridad esta vez-, han dejado de lado el descanso eterno y se han alzado. Quieren carne. Alimentarse. Borrar a todo ser vivo, bien sea comiéndoselo o… Pero a Jim le queda algo por lo que luchar. Su hijo sigue vivo. Le ha llamado al móvil y le ha pedido ayuda desde el ático de su exmujer al otro lado del estado. Nuestro protagonista emprenderá un peligroso viaje en un mundo irracional y con una titubeante esperanza que araña las entrañas de cualquier ser. Su historia nos sirve para mostrarnos como una civilización y un gobierno poderoso, han sucumbido ante unos seres que son capaces de conducir, disparar o planear ataques pese a que les cuesta controlar los cuerpos muertos que poseen.

Paralela a la historia de Jim, viene la historia de Frankie, una yonqui que ha tenido que hacer de todo en la vida para conseguir droga. Aparecen también personajes como el padre Martin, el profesor Baker (gran conocedor del porqué de todo) o el mismísimo Gusano, un joven discapacitado que ha sobrevivido sólo e inexplicablemente a El Alzamiento.

Y por supuesto, el Ejército. Con más contras que pros. Brian Keene va al grano desde la primera página. Escenas gore bien descritas. Sangre a borbotones y entrañas por doquier. Además hace referencias al cine de género con frases de El Amanecer de los Muertos de Romero o de Posesión Infernal de Raimi, donde a los muertos se le dan muy bien los diálogos y con lo que gana una sonrisilla al lector más friki. Como en todas las buenas historias de zombies las vidas de los personajes se entrecruzan, no siempre ganan los buenos, no siempre sobreviven, no siempre hay que buscar una isla desierta… Y esto lo describe muy bien. Los personajes se agarran al cabo suelto de la esperanza y viven el presente.

Porque no va a haber un mañana.