Recuerdo que cuando el bueno de Carlos dejo caer que estaba ya trabajando en la continuacion de esa genial novela que es “Los Caminantes”, me alegre muchisimo, aunque admito que la noticia no me sorprendio en absoluto.
Carlos habia creado con su primera publicacion un relato fantastico, que enganchaba desde las primeras paginas y que conseguia implicar al lector en las andanzas de los supervivientes de Carranque, siendo testigos de sus vicisitudes en ese entorno hostil que es un mundo dominado por los zombies y bajo una amenaza totalmente inesperada y sorprendente, encarnada en la figura del Padre Isidro, uno de los villanos mas brillantes que he tenido el placer de conocer.
Es por ello que tenia claro que la historia de los malagueños podia dar aun mucho de si y que los supervivientes tenian aun muchas cosas que contar.
Lo que no me esperaba para nada, es que el futuro que les aguardaba fuera tan incierto.
Cuando Carlos me comento que habia ya terminado de escribir “Necropolis” y que me hacia llegar una copia para que le diese mi opinion al respecto, me senti un tipo afortunado por el hecho de que tuviera ese detalle conmigo y me permitiese ser uno de los primeros en leerlo.
Por causas ajenas a mi voluntad ( mi trabajo y los niños me tuvieron ocupado aquellas semanas ), no pude ponerme con el inmediatamente, viendome obligado a leerlo a ratos perdidos y sin poder prestarle toda la dedicacion que se merecia.
Por fortuna, pasadas unas semanas por fin encontre algo de tiempo y pude ponerme en serio con el, centrando mi atencion de manera exclusiva en sus paginas y saboreandolo con fruicion.
Mi mayor temor era que la novela no llegase a la altura de su antecesora, algo que se da en demasiadas ocasiones y que ha dado pie a aquello de “segundas partes nunca fueron buenas”…
Temor infundado, queridos Lectores Ausentes. No solo esta a la altura, si no que la supera con creces, haciendo patente la evidente evolucion de Carlos como escritor, con una narracion mas fluida, mas cuidada y utilizando nuevos trucos que ponen de manifiesto que el autor ha hecho los deberes.
Siempre fiel a su estilo, Carlos sigue con esa narracion dinamica, intensa, tan y tan cinematografica que consigue que “visualicemos” las escenas sin problema. Haciendo alarde de su talento, logra crear unos picos de tension magnificos, de los cuales se aprovecha con inteligencia para saltar de una trama a la otra, dejando al lector ansioso por seguir leyendo y por descubrir que sucedera a continuacion.
La historia se divide en varias subtramas, cada cual mas interesante, en las que veremos como se las apañan nuestros viejos amigos y en las que seremos testigos como en apenas 24 horas, todo aquello que conocemos puede cambiar para siempre.
Los de Carranque se enfrentaran en esta ocasion a nuevos enemigos, tan despiadados como los propios caminantes y que llegaran a hacerle sombra al propio padre Isidro.
Conoceremos a otros supervivientes de la plaga cuyo destino parece estar ligado de algun modo al de nuestros amigos y cuyas acciones decidiran sobre el futuro del asentamiento.
Si hay algo que resaltar, es el hecho de que el autor esta vez no se anda con chiquitas y no le tiembla el pulso a la hora de mostrar la crudeza de un mundo como el que nos presenta. Hay un par de escenas especialmente durillas, donde constataremos la crueldad del ser humano, la locura que puede embargar a este y como hasta el mas duro y preparado puede verse superado por las circunstancias.
Ya no quedan heroes. El miedo y el sufrimiento no permiten eso. Lo unico que importa es sobrevivir un dia mas, continuar respirando, sea cual sea el precio a pagar y aquello a lo que nos enfrentemos.
Cuando todo esta perdido, o caminas o revientas. Es asi de simple.. y de cruel.
Podria seguir comentando todo lo bueno de esta segunda parte, pero me seria imposible no hacer spoilers ni destriparos las sorpresas que os aguardan en sus paginas. Asi que solo os dire una cosa mas: Vais a flipar.
Carlos lo ha hecho, señores. Se ha superado a si mismo y ha parido una novela que demuestra que lo suyo no fue casual. Que el exito de Los Caminantes no fue por aquello de “la suerte del novato” en absoluto. Con “Necropolis”, Carlos ratifica que es un ESCRITOR, con todas las letras y que esto solo es el principio de una carrera que promete ser larga y fructifera.