‘Mi Dragon Ball’ por Antonio Martín
13 marzo, 2024 | 3 Comentarios

La semana pasada nos enteramos de la terrible pérdida de Akira Toriyama y hoy hemos querido rescatar un artículo que compartimos en el número 316 de la revista Dolmen, escrito por Antonio Martín. 

 

LA MADUREZ DEL MANGA Y AKIRA TORIYAMA

El manga, tal y como lo conocemos hoy, nació en el siglo XIX como fruto de la fusión de la tradición iconográfica japonesa con la prensa industrial, con una inicial influencia occidental. El término manga equivale a historieta, bande dessinée o cómic, en cuanto a su función como medio. Si bien hay que señalar

que el manga se singulariza por su utilización del tiempo narrativo, de los silencios, de los espacios muertos y por su dinámica, su versatilidad gráfica y su uso de la onomatopeya. Y formalmente por el sentido de lectura de derecha a izquierda y a veces de arriba abajo. Será tras la obra de artistas pioneros (como Takeo Nagamatsu, Ichiro Suzuki, Rakuten Kitazawa) cuando, hacia los años de la Segunda Guerra Mundial e inmediatamente posteriores, se origine el manga moderno, en Tokio y Osaka, y especialmente en la obra de un autor hoy mítico, Osamu Tezuka.

Progresivamente el manga llegó a su plena madurez como medio y originó la aparición sucesiva de grandes compañías editoriales, como Kodansha, Shogagukukan, que fundó Shueisha, que a su vez fundó Hakunsensha, y como Futabasha, Sheisinsha, Kadokawa, Media Works, Tokuma, Dynamic Planing, etc.

Estas empresas facilitaron el camino para la publicación de los manga de cientos de autores, hasta llegar al momento de esplendor de los años 70/80, con las grandes variantes temáticas, de género y de público. Entre los autores de este periodo, muchos importantes por la calidad de su obra y otros por su impacto mediático (como Fujiko F. Fujio, Katsuhiro Otomo, Rumiko Takahashi, Takehiko Inou, Eiichiro Oda, Masamune Shirow, Go Nagai, Ryochi Ikegami, Jiro Taniguchi, Yoshihiro Tatsumi, etc.), hay que destacar a Akira Toriyama, quien inició su carrera en la publicidad y en 1978 comenzó a publicar manga en la revista semanal Shonen Jump, de la compañía editorial Shueisha, Inc., en la que logró su primer éxito con la serie Dr. Slump (1980-1984), que en 1981 la empresa Toei trasladó a los dibujos animados.

Pero fue su nueva serie de manga, Dragon Ball (1984-1995), la que cimentó la fama de Akira Toriyama. La serie comenzó a publicarse en noviembre de 1984 en el número #51 de la revista semanal Shonen Jump. Toriyama la inició basándose muy libremente en la leyenda china del rey mono del libro Viaje al Oeste. El protagonista, Son Goku, un niño conocedor de las artes marciales, que tiene cola de mono al inicio de sus aventuras, parte en busca de unas misteriosas Bolas del Dragón Shenron, que pueden conceder cualquier deseo a quien logre reunir las siete Bolas.

El argumento combinaba grandes dosis de inocencia infantil y humor del absurdo, aventuras exóticas y a veces disparatadas, peleas de kárate y kung fu, combinadas con toda suerte de técnicas de lucha. Según avanzaba la historia, Toriyama introdujo más elementos fantásticos, dioses, extraterrestres, superguerreros del espacio, etc., que acababan concluyendo en los grandes Torneos de Artes Marciales y después en la lucha por la salvación de la Tierra. El impactante argumento y la combinación de acción y humor, junto con el excelente dibujo de Akira Toriyama y de su Bird Studio, crearon una legión de lectores y fans, que pronto llevaron la tirada de la revista Shonen Jump a los seis millones de ejemplares semanales.

Ante el éxito del manga, la compañía Toei Animation adquirió en 1986 los derechos para desarrollar una larga serie de animación. El éxito conjunto y arrollador del manga y el anime lanzaron al estrellato a Akira Toriyama, hasta el punto que hoy no solo importa la calidad e importancia de sus manga sino también el hecho de que Toriyama sea posiblemente el mangaka que ha alcanzado, junto con Tezuka, una mayor proyección internacional, y cuyo manga Dragon Ball se ha convertido en un clásico que se inscribe ya, por derecho propio, entre los grandes clásicos del cómic internacional junto a Tintín, Flash Gordon, Superman, Astérix, Prince Valiant, Astroboy, Akira, Terry y Steve Canyon, Snoopy, Spiderman, Corto Maltés y tantos más…

Fue, sobre todo, el éxito de las creaciones de Akira Toriyama lo que dio lugar a que en el mundo del cómic internacional los años noventa fueran en gran medida los años del manga. La gran novedad que marcó la década fue la entrada arrolladora del manga japonés en los mercados occidentales, europeo y estadounidense, y en nuestro caso a partir de 1992, cuando Comics Forum comenzó a publicar en España la serie Dragon Ball de Akira Toriyama.

 

DRAGON BALL EN TELEVISIÓN

A inicios de los años 90, Dragon Ball llegó hasta las primeras generaciones de niños españoles que habían crecido con la televisión y habían conocido ya los primeros animes, los vídeos domésticos y los primeros videojuegos, lo cual marcó un giro decisivo en sus elecciones de recreo y ocio. Fue el momento del gran triunfo del anime Dragon Ball en la televisión española. Lo cual tiene también su historia.

El éxito del anime Dragon Ball popularizó la serie televisiva en Asia y por referencia el manga, del que pronto se realizaron ediciones pirata en varios países asiáticos. El anime no llegó a Europa hasta finales de los años ochenta y a España hasta 1988, cuando Mario Bistagne, un adelantado del vídeo doméstico, creó la empresa Vídeo Ediciones del Mediterráneo, que distribuía las series de animación que compraba en el Mercado Internacional de Productos de TV (MIPTV) que se celebra anualmente en Cannes. En este mercado Bistagne se convirtió en un adelantado en la compra de contenidos visuales para España, sobre todo los de Toei Animation. El año 1984 compró el anime Hello! Sandybell, que dobló en su propio estudio, Dovi, y vendió a TV3, la televisión pública catalana. Después siguieron las series Captain Harlock, Doctor Slump, etc., que también vendió, según los datos que facilita el Portal Otaku (http://www.portalotaku.com/marius-bistagne-ese-hombre), a través de sus contactos en TV3, a las televisiones autonómicas gallega, TVG, y vasca, ETB, que también operaban a finales de los años ochenta y ofrecían a los niños una interesante programación a partir de los animes japoneses.

En 1988 Bistagne compró en el MIPTV los 26 primeros episodios de la serie Dragon Ball, producida y realizada por Toei Animation y comercializada por AB Distribution. Estos episodios correspondían a la primera temporada, y al igual que en ocasiones anteriores Bistagne los vendió, a TV3 y a su través y por los contactos ya existentes a las televisiones gallega y vasca. La programación de Dragon Ball se convertiría en un acontecimiento, pues así podemos considerarlo ante el éxito alcanzado por la serie, más importante aún si tenemos en cuenta que se dobló a los idiomas propios de cada autonomía.

La emisión de los primeros capítulos tuvo lugar el mes de febrero de 1990 (tras un intento fallido de Canal Sur), primero en la televisión autonómica de Galicia, con el nombre de As Bólas máxicas; en la televisión de Euskadi, con el nombre de Dragoi Bola, y en la televisión de Catalunya, con el nombre de Bola de Drac, siempre en febrero y con escasos días entre una televisión y otra, sin que ninguna de las televisiones autonómicas tuviese claro lo mucho que esta serie signi!caba. Así lo ha confirmado Oleguer Sarsanedes, que entonces era director de programación de TV3 y se limitó a situar la serie en la parrilla sin otro propósito que llenar un hueco de la programación infantil, como más tarde declaró, según recoge en Misión Tokyo Genís Puig: No teníamos ni idea de que acabábamos de comprar los primeros episodios de una de las mejores series de animación que se haya hecho nunca. La serie tuvo desigual fortuna en los distintos canales autonómicos, Tele Madrid no la programó, en Canal Sur no logró apenas éxito y fue en Galicia, Euskadi y Cataluña donde Dragon Ball alcanzó mayor éxito, sobre todo en el canal catalán TV3. Había comenzado la carrera hacia el logro de uno de los mayores éxitos televisivos en España, bien que ello no estaba claro en los primeros momentos de emisión.

TV3 ante el aumento de la audiencia infantil en la franja horaria de Bola de Drac programó repetidamente los episodios de que disponía, lo que potenció el éxito de la serie, que a las alturas de 1990 ya se había convertido en un importante fenómeno sociológico. El interés que el anime despertó, con un argumento que atrapaba a los telespectadores, con personajes nuevos y originales, con un desarrollo fresco y exótico, acabó por generar la boladedracmanía, alimentada por miles y miles de fans en Cataluña, las Islas Baleares y la Comunidad Valenciana. Y que solo algún tiempo más tarde se extendió al resto de España.
La compra de la segunda temporada de Dragon Ball ya no se negoció a través de Mario Bistagne sino que la compró directamente la FORTA (Federación de Organismos de Radio y Televisión Autonómicos), recientemente creada, y si bien la programaron los distintos canales de televisión de Galicia, País Vasco, Comunidad Valenciana, Andalucía y Madrid, fue el canal catalán TV3 el que auténticamente lanzó Dragon Ball al estrellato en 1990, y de nuevo en 1991, reponiendo los primeros episodios varias veces. La emisión de la serie sufrió varias interrupciones, ya que hubo problemas de continuidad y programación, se multiplicaron los problemas de doblaje al cambiar la empresa encargada de hacerlo, con cambios de nombre de los personajes protagonistas e, incluso, se produjeron intentos de censura… Y, sin embargo, mes tras mes aumentó el interés de los niños espectadores hasta convertirse en un fenómeno sociológico y en un auténtico éxito mediático popular.

Fue a partir del destacado éxito de Dragon Ball en televisión, como el mercado editorial español se abrió totalmente al manga y se inició una nueva etapa, que a la larga podemos considerar como la Era del Manga. Ya que, debido a su popularidad y sus múltiples derivaciones, y especialmente a su calidad intrínseca, Dragon Ball ha pasado de ser un producto propio de la cultura japonesa a convertirse en una obra representativa de la cultura global de nuestro tiempo. Y el manga de Akira Toriyama se ha convertido en un clásico internacional.

 

¡Esperamos que os haya gustado!

 

Comentarios3
Julio Andres Posted 13 marzo, 2024 at13:14  

Estupendo y detallado artículo.
El mejor que he leído estos días, a raíz del fallecimiento de Toriyama.
Gracias.

Jesús Manuel Martínez Otero Posted 13 marzo, 2024 at16:28  

Buen artículo. En Galicia también se repuso constantemente la serie durante años y años alternándolas (las reposiciones de temporadas previas) o simultaneandolas (según la disposición o no de Nuevos capítulos) con las nuevas temporadas durante lustros.

Jesús Manuel Martínez Otero Posted 13 marzo, 2024 at16:31  

Un autor que se ganó el cariño, la admiración y el recuerdo del público (y el Olimpo de los creadores) con Dragon Ball (en mi Olimpo de creadores personal ya había entrado con su creación de Arale y sus paisanos de Villa Pingüino para la previa Dr Slump). Se le añorará.

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