Sentado en un banco, en un precioso banco de Avilés en medio de un hermoso e inmenso parque, he dado con las claves principales para la situación actual: se nos han juntado ahora en un mismo mes los pagos de las imprentas que pagábamos a 6 meses (Aleu), a 5 meses (Campher, que a partir de ahora serán 4), a 4 meses (Romanya) y alguna más, y a 3 meses (SaDeLitografia). Además, hemos invertido en mucho material, pagado a muchos autores lo pendiente, y las facturas de imprenta que pagamos son de material que saldrá poco a poco (reediciones como la del libro de Batman, La Revolucion de los Pinceles… algo que es beneficioso a largo plazo pero criminal a corto, por cuanto tardas mucho en recuperar el dinero).
Vamos, que no somos unos mantas.
Ah, y que estamos en crisis, claro.