Hace dos años, viernes 13 noviembre: más preparativos de traslado.
Es tontería no hacerlo pudiendo dejarlo bien y gratis a los dueños, que tan bien se han portado siempre con nosotros. La cisterna del agua del baño hacía más de un año que no iba bien, he llamado y en una hora ha venido un fontanero y lo ha arreglado; me pregunto porqué no llamé antes.
Otra cosa que se ha ido a la porra ha sido de la traslación del número de teléfono. Me ha costado media hora de tiempo del otro día y más de una hora hoy. Las telefonías son un despropósito: contratan a gente que debe de cobrar mal, con un trabajo encerrados Dios sabe dónde, recibiendo quejas, y con muy poca maniobra de margen (se limitan casi siempre a ir leyendo tarjetas). Al final me han cabreado. Me han dicho que costaría 79’95 euros el mantener el número en el nuevo sitio, que la ADSL es de 3 megas y no de 6 y que tardarían 15 días. Increíble. Les he dicho que ONO, sin ir más lejos, me daría 12 megas por el mismo precio y que haría la traslación del número encantados de la vida. La cosa ha quedado en que me mantienen el número, hacen la traslación gratis y no quiero ADSL (ya que la cogeré de la que tienen en la tienda vecina con quienes hemos hablado y eso que nos ahorramos todos).