Gente que hacía un trabajo, que lo hacía bien, y que se ve fuera de su puesto de trabajo enterándose por la prensa. Juego limpio.
Hemos trabajado con esta gente el tiempo suficiente como para poder manifestar que en ningún momento se nos preguntó por nuestros colores políticos ni se nos dio instrucción alguna al respecto. Seguramente quien dirigía el lugar la tenía, pero eso jamás se reflejó en sus decisiones al menos para con Dolmen. Hacían un trabajo creyendo en lo que hacían, fomentando la cultura. Claro que tal vez ese era el problema.
Hablé con Margalida, la secretaria del President, y estaba desolada. Tienen de plazo hasta hoy para desmontar las dos plantas y recoger. Nos han pedido que saquemos el primer volumen de la historia de las Baleares como acordamos. Ya veremos si los otros nueve salen adelante gracias al beneplácito del politicastro de turno que maneja las arcas del erario público. Es lo que hay.