Tenemos la obra incluso traducida y hemos corrido el riesgo de que en el año desde que firmamos el contrato, pudiera venir alguien a quedársela, lo que me habría fastidiado especialmente ya que es una obra en la que confío plenamente por su calidad. Me la leí en su momento y me apreció extraordinaria.

Por primera vez en mucho tiempo siento que estoy haciendo el trabajo que toca, que no es otro que perder el tiempo seleccionando las obras que Dolmen debe de publicar, revisando títulos, material atrasado… Hay tanto por hacer y mirar que me ocupa gran parte del día, pero vale la pena ya que el salto de calidad puede ser grande.