Hace dos años, martes 7 enero 2014. ¿Cómo puede la naturaleza engendrar según qué elemento, o como me cuesta creer que algunos sean de mi misma especie?”
Será una semana muy complicada por muchas cosas, y ninguna agradable, por lo que afrontarla cuesta un poco. Temas económicos, la decisión sobre qué hacer con el puesto de prensa de Dolmen, etc.
Hoy, tras ponerme un poco al día con los mails, me he pasado el día intentando solucionar lo estar en el fichero RAI, pero nada.
He hablado con el dueño de la imprenta que nos metió allí pero me dice que poco pueden hacer ellos, reconoce que el asunto del pagaré devuelto se solventó inmediatamente pero que ese “impás” de tiempo entraron en concurso y esas cosas ya no las lleva él.
Me ha dado el teléfono del gestor concursal que les administra, y a fe que no he encontrado mayor imbécil en toda mi vida. Un borde desde la primera frase, un prepotente, un chulo y un maleducado. Tras presentarme, a la segunda frase ya me ha soltado un ‘Mira, ¿sabes qué? Tengo mucho trabajo, así que no me cuentes tu vida’, tras mi perplejidad inicial e intentar seguir y hacerlo sintetizando todo al máximo, ha seguido con un ‘Mira, ¿no tenemos un juicio en febrero, pues ya nos veremos allí, hasta luego’. Y ha colgado sin más.
Me han entrado ganas de estrellar el teléfono contra la pared. No entiendo cómo pueden existir personas así, tan alejadas de la humanidad que debería de caracterizar a nuestra especie. Frustraciones al margen, le cuesta uno en ocasiones no sentir mal hacia según que energúmenos.