Es una cosa que más que molestar, duele, ya que en su momento se deshizo en elogios. Sus razones tendrá, claro, pero el caso es que imagino que parte del éxito del libro tendremos cuando fuimos los únicos que quisimos publicarlo, lo movimos por la red y mandamos unas 100 copias de prensa que ayudaron al boca-boca.
Imagino que la discrepancia contractual sobre la duración del contrato (hay dos copias firmadas con fechas distintas) habrá ayudado. El tiempo lo cura todo, de modo que prefiero no darle mucha importancia al asunto.