El caso es que Carlos Sisí me ha escrito reclamando unas listas de ventas que nunca nadie antes nos había solicitado y, sinceramente, por el tono suyo, me ha molestado. Primero le he escrito un mail comentándole mi incomprensión, pero esta tarde he decidido llamarle porque desde luego es conveniente dejar esto claro y de palabra, que Internet se presta a liar más las cosas.

Le he comentado que en su mail, poco menos que nos acusaba de no haberle dado bien las ventas y que no creía que después de cómo le he tratado nos lo mereciéramos; me ha contestado que todo el mundo le come la cabeza con el tema de los listado de ventas y al final he deducido de donde venía la cosa.

Por desgracia, vivimos en un mundo de envidias, y las ventas que Carlos está generando parecen sentarle mal a más de uno, al igual que el hecho de que las cosas parezcan irnos bien.

Ha sido una llamada de una hora larga de ponernos al día de algunas cosas, e incluso le he llegado a recomendar algo que ningún editor que se precie y sin escrúpulos debería de hacer: recomendarle que contrate a un agente, seguramente a él le iría bastante bien para evitar todas estas suspicacias el estar en manos de un profesional.

En fin, no tengo claro el haber logrado aclarar algo por lo ambiguo que resulta siempre (sagitario que es él). El tiempo lo dirá, si es una persona que va de frente, el haberle dicho las cosas claras no debería de haberle afectado, y espero que reflexione sobre eso y no sobre si en vez de 10.000 copias está vendiendo 50.000

Bueno, sea como sea, hasta los mejores matrimonios discuten.