Por lo demás, una tranquilidad absoluta en la oficina. Con María trabajando por las tardes al igual que Rafa, Llorenç haciéndolo desde casa al igual que Amadeo (el chico de prácticas que trabaja con Satsuma) y con la diseñadora díscola fuera desde hace ya un mes, puedo llegar y organizarme mucho mejor sin tener que coordinar a nadie, con todo el mundo trabajando a su ritmo y aportando su propia individualidad y resolviendo sus problemas por su cuenta, puedo más o menos tirar hacia delante sin tener que retrasarme.
Supongo que debo de ser individualista por naturaleza, lo cual no debe de ser muy bueno precisamente, pero desde luego vamos avanzando, por lo que muy negativo tampoco será.