Nos vendrá bien ya que el próximo viernes parece que finalmente cerraremos el asunto con la imprenta con la que estamos en juicios desde hace dos años. Es un asunto que pesa mucho, mucho y que me limita mentalmente cualquier tipo de alegría, por estar condicionado sobremanera. Es una pesada espada de Damocles colgando allí arriba.

Parece que han aceptado los 30.000 euros, y ahora es cuestión de firmarlo y pagarlo, claro.

El lunes me reuniré con mi abogado a ver qué me dice.