Y como siempre, os dejamos con el editorial de la jefa:

Hay muchas chicas a las que les gusta el interpretar el papel de prostituta en sus relaciones sexuales (y no diré si me incluyo entre ellas, aunque los que me hayan leído todos estos años podrán deducirlo sin tener que dudar mucho en la respuesta).

El mantener viva la llama del amor una vez han pasado los efectos de la mezcla química hormonal que provoca esas felices sensaciones pasa sin duda por tener una correcta, aceptable y feliz vida sexual (entre otras muchas cosas como el respeto, la comprensión y otra serie de cosas que no vienen al cuento en una revista erótica como ésta). Y llegados a este punto es cuando hay que tirar de repertorio y echar mano de la imaginación. Mucha gente se dedica a interpretar las historias que aparecen por estas páginas mes a mes con su pareja como no dejamos de leer en vuestras cartas (Lara Jones y Casino Royal se llevan la palma), otra disfruta echando partidas con alguno de los múltiplos juegos eróticos que se venden en sex-shops o por Internet y, finalmente, hay quien juega a interpretar papeles.

Éstos van desde jugar a policías y ladrones, profesoras y alumnos, enfermeras, bomberos… y, cómo no, prostitutas de buen ver. Y es que en el fondo es un tema que por recurrente nunca pasa de moda, y es un juego que tiene su punto, y tanto da quién represente a quien, si la chica a una prostituta o el chico a un gigoló. El caso es que lo que no tiene precio es saber que tu pareja, a cambio de 30, 50 ó 100 euros (dependiendo de la clase de prostituta que te toque interpretar) podrá pedirte lo que quiera y hacer contigo lo que le venga en gana… eso sí, pagando al fina del trabajito lo acordado, previamente, porque lo contrario daría para continuar el juego alternando los roles (y el que quiera entender, que entienda).

El caso es que los juegos sexuales acaban siendo básicos para evitar el polvo del sábado, ya que comienza reduciéndose los preliminares para ir directos a la acción y se acaba por hacerlo deprisa y corriendo por cumplir. Y es ahí donde en muchas ocasiones comienza el principio del fin.

¿Conoce alguien a alguna pareja que haya roto practicando el sexo 5 ó 6 veces a la semana? Desde luego eso te garantiza que tu pareja no te sea infiel, y si lo es, mejor que cambie de profesión y se dedique a la pornografía.

Y si os faltan ideas, siempre nos tendréis a nosotras con nuestras historias en esta revista para echaros un cable con el tema imaginativo perpetrando historias que llevar a cabo. Ah, este mes, en Famosas y Deseadas, otro buen ejemplo de ejercicio imaginativo a llevar a cabo con tu pareja: superheroicas contra villanos. A ello dedicamos también nuestra portada.