¿Qué pasaría si tú mismo culpases a tu versión pasada de los errores cometidos?

Mañana, sale a la venta Segmento, la primera novela gráfica de L. Ángel Palomeque. Una deliciosa obra con la que vamos a empezar el año y que no dejará indiferente a nadie. Mientras acabamos de preparar el lanzamiento, hemos podido hablar un rato con su autor. Os dejamos la entrevista que hemos mantenido con él.

¿De dónde nace la idea de Segmento?

La idea de Segmento nace de un momento muy bonito de mi vida. Acababa de terminar mi primera película de animación como storyboardista y significaba un hito haber podido participar en un largometraje. Lleno de orgullo pensé en cómo me vería mi yo de 10 años, lo maravillado que estaría de lo que acababa de conseguir. Y de ahí vino la idea, ¿y sí hubiera sido al contrario?, ¿Qué pasaría si tu yo del pasado te mirara con decepción? o al revés, ¿Qué pasaría si tú mismo culpases a tu versión pasada de los errores cometidos?. Con esas preguntas nació Segmento, una historia sobre cómo mirar al pasado puede ser doloroso, pero mirar al futuro puede serlo incluso más.

¿Cómo definirías este cómic?

Este cómic lo definiría como una moraleja y reflexión al amor propio. Una curiosa introspección del protagonista que, en cierta medida, puede representarnos a todos. 

Es la primera obra tuya que se va a publicar. No has elegido una temática nada sencilla…

Otra cosa no, pero me gusta complicarme la vida ja, ja. Desde un inicio supe que sería complicado tanto contar esta historia como venderla. En el proceso de creación del guion, tenía siempre en mente que, al tratarse de un tema tan sensible que afecta a tanta gente, debía tratarlo con dignidad y nunca llegar a banalizarlo. Pero a pesar de la problemática, siempre confié en la historia y el valor del mensaje. Porque centrarse en que se trata de un cómic sobre el suicidio sería demasiado reduccionista. Ante todo trata del amor, el amor a ti mismo, a la gente que aprecias y a la vida. 

No es muy frecuente la temática de la salud mental en el noveno arte…

Es cierto. En otros medios cada vez es más común las historias que ponen el foco en la salud mental, pero en el cómic, a pesar de haberlas, no es un tema especialmente popular. Creo que sobre todo en historietas más underground y fanzines está más a la orden del día. Lo curioso del tema es que en el fondo forma parte de cada historia que existe, cada personaje con estrés postraumático, con depresión o con ansiedad ya están reflejando, en mayor o menor medida los problemas que la población padece en su día a día. La gran diferencia es en el modo en el que lo expones, con más peso o con mayor sutileza, con más profundidad o como si fuera un accesorio más a tu personaje.

¿La salud mental, es la gran olvidada por el sistema?

Es verdad que en el momento en el que vivimos se ha mejorado notablemente los medios y la forma en la que se ve la salud mental. El asunto se complica cuando gran parte del causante de que los problemas de salud mental aumenten considerablemente vienen por el modo de vida que vivimos. Más que ser el gran olvidado del sistema, es que es la principal víctima de este. En este cómic, sin entrar en spoilers, podemos ver como la cultura de la inmediatez y la competitividad insana serán factores importantes en el desarrollo del protagonista.

Los tabús alrededor de este tipo de enfermedades también es otro hándicap…

Hay una gran sombra sobre las enfermedades mentales. Obviamente con los años cada vez se reconocen más y todos somos conscientes de la importancia que tienen. Es ahí donde las obras artísticas ayudan a dar a conocer o a hacer más cercanos problemas que en de otra manera no se hablarían. Ya quedan atrás los tiempos en los que ir al psicólogo era un tema que llevar con discreción. Cada vez somos más abiertos a hablar de ello y eso puede ayudar a mucha gente, a sentirse identificada, a buscar ayuda. Firmo, el protagonista de Segmento, tiene traumas y problemas que son muy comunes entre la gente de mi generación. Y espero que, aunque solo sea para desconectar de los problemas, sirva este cómic para ayudar a alguien.

¿Si fueras un lector de tu propio libro, a quien se lo prescribirías?

Pues en general, a cualquier persona le puede venir bien leer el cómic, creo que todos podemos aprender de la moraleja. Pero si tuviera que escoger en concreto, elegiría a ese amigo que le cuesta dar el paso por miedo al fracaso, a ese familiar que poco a poco se ha ido alejando de todos su allegados o a ese compañero que le cuesta salir de su zona de confort. Este cómic va dirigido a todos nosotros, porque a todos nos viene bien que nos recuerden que nunca es tarde para mejorar, para buscar ayuda y estar orgulloso de la persona que eres.