Hace dos años, domingo 12 septiembre 2021
Una Jornadas de Avilés más, y van 26. La única pega ha sido ir el jueves, y no antes, por culpa del exceso de trabajo habitual. Pero al menos las he podido disfrutar con intensidad.
Como siempre, un lujo el poder estar con esa segunda familia que son gente como Diego, Jorge, Ángel (x2), Jaume, Koldo… Es una delicia poder charlar con ellos comiendo, cenando, desayunando o tomando un café.
Además, me traigo muchos posibles futuros proyectos que me apetece mucho abordar. Por un lado, continuaremos con alguna obra más de Florence Cestac tras “Futuropolis”; a ver si apostando por ella la cosa funciona. Además, Ángel Unzueta me ha enseñado un cuento juvenil que es como una fábula que es sencillamente maravilloso; si conseguimos moverlo bien puede funcionar ya que es una delicia artísitica y el guion (lo primero que escribe) está muy bien y se lee rápido. Koldo Azpitarte ha hecho lo propio con una novela gráfica de Twain que ha hecho con Mikel Bao y tiene muy buena pinta; tengo ganas de leerla y ver qué tal está. Conozco a Koldo desde hace mucho, mucho tiempo y me haría especialmente feliz poder publicarle una obra. Al menos soy consciente de que sabe que solo la publicaremos si vale la pena y se lo merece, por lo que no llegado el caso se lo podré decir sin paños calientes.
Pero curiosamente, la mejor noticia es que he descubierto una forma en que podremos conseguir los materiales para nuestro tomo de Esther. Era algo que me preocupaba mucho, el poder tener el volumen a tiempo para noviembre. Y ahora solo depende de nosotros; las páginas que nos faltan las escanearemos de las revistas “Pecosa”, las pasaremos a negro quedándonos solo con la línea y coloreaeremos a partir de ahí. ¡Una genialidad genial! Ahora toca correr para tenerlo a tiempo e intentar localizar una cubierta que podamos emplear en nuestra edición.
Foto: Avilés 2021, rodeado por Koldo y Unzueta, junto a Pepe Caldelas, Jaume Vaquer y Enrique Vegas.
Anteriormente, en el blog del editor:
Aprovechando este tricentenario del blog del editor, aprovechamos estas entradas para recuperar a modo de cápsula del tiempo algunas entradas similares de años más remotos. La distancia y la nostalgia de tiempos lejanos, supuestamente mejores, hoy nos lleva a 2020, 2019 y 2016
Recién llegado de las Jornadas de Avilés con las pilas cargadas. Una lástima el no haber podido abrazar a muchos amigos y el no haber contado con la presencia de muchos otros, pero un éxito enorme el solo hecho de que se hayan podido celebrar este año, algo por lo que mucha gente no apostaba.
Antes de partir hacia el aeropuerto (¡el primer avión que cogía este año!), en las oficinas ha habido que dejar planificado un poco la campaña de Navidad (con las cajas de edición limitada que vamos a preparar para diciembre), preparado las justificaciones de las subvenciones (menudo rollo burocrático), etc.
Veremos si en este último trimestre del año las cosas remontan un poco y no hay nada raro, como un nuevo confinamiento que nos pondría a todos de nuevo en jaque.
Esta semana ha venido marcada por las Jornadas de Avilés. Y van 24, casi nada.
Echas la vista atrás y no puedes evitar que se te llene la cabeza con recuerdos en ese oasis de cómics que rompe con la rutina habitual. Es agradable estar con gente a la que considero como una segunda familia.
La noticia general ha sido la marcha de Marión de Dibbuks a Astiberri, con lo que la editorial madrileña queda del todo descabezada. Veremos si dentro de dos años cuando lea esto sigue ahí o no.
Yo sigo con la revisión de la novela de Las Crónicas de Esther, un trabajón ya que, al habérselo dado a varias personas para leer, han salido muchos cambios y mejoras a llevar a cabo. Veremos cómo lo compatibilizo todo.
Además, sigo dándole vueltas a la necesidad de contratar a más gente. Dudo ante el temor a que nos descuadre las cuentas un sueldo más; el día a día, con todo el trabajo que hay, hace que no pueda centrar en ello y plantearme el tema, haciendo los cálculos necesarios. Es el desesperante pez que se muerde la cola.
Nota histórica: Creo que somos dos personas más desde escribí aquellas palabras, y seguimos necesitando más gente (trabajo crea más trabajo, por lo que veo). En breve comienzan las 26 Jornadas de Avilés, Dibbuks sobrevive a duras penas bajo mínimos… Vamos, que la vida sigue igual.
Parece que parte las ventas se van recuperando después de la bajada general del mes de agosto. Y mucho. Menos mal, porque aunque el trabajo que vamos haciendo es bueno, es muy desalentador que sucedan cosas como las del mes pasado.
La semana ha venido marcada por el viaje a las Jornadas de Avilés. Y van 23 años. Como siempre, un gusto poder pasar una semana en compañía de buenos y viejos amigos, hablando de cómic y en un ambiente relajado. Poco que añadir que no haya dicho ya por activa y por pasiva, excepto que se ha recuperado un poco el ambiente de hace años, con menos masificación y más calor humano.
Es curioso porque al estar allí pude hacer una encuesta in situ sobre algunas dudas que tenía respecto a la elección de unas portadas de varios cómics, y al final constaté lo que sospechaba. Que es imposible que haya criterios unánimes. Es decir, con tres posibilidades de portada para un cómic y nueve personas encuestadas, cada portada recibe tres votos. Y así es imposible elegir la mejor opción, si es que eso existe.
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