Hace dos años, viernes 3 septiembre 2021
Menuda semanita, parece que viva instalado en los conflictos. Con lo poco que me gustan. Menos mal que con el tiempo he aprendido a manejarlos mejor en mi fuero interno, a convivir con ellos y a ser consciente de que son una parte más del trabajo.
Por un lado, tras hacer cuentas sobre la novela de fantasía de Hazael González, y ver lo que supondría el coste de la edición de un libro de 600-700 páginas (200 más que el anterior), con el aumento del precio del papel, le he escrito para sugerirle algunos cambios. Pensaba que lo entendería, sobre todo tras tantos años de amistad, y tratándose siendo un capricho por nuestra parte. Pero nada más lejos de la realidad.
Aparte de un tono bastante poco considerado, no ha comprendido nada. Entre lo poco publicable del mensaje, lleno de exabruptos, estaba: “¿Me dices que con los lectores que tengo es un riesgo publicar el libro? Lo es… pero son los que tengo, me gusta cuidarlos, así que si ahora tú de repente te pones en plan jefe y decides que todo eso no puede ser y que todo el esfuerzo invertido se va al cuerno, no hay problema, pero nuestra relación laboral SE ACABÓ. DEL TODO”.
Veremos en qué desemboca todo.
Por si fuera poco, hoy mismo, tras un mail a una persona de Dolmen, ha surgido de nuevo en el ambiente la charla que tuvimos hace 15 días y donde le expresaba mis pensamientos al respecto de que consideraba que su rendimiento había descendido y necesitaba un cambio. Lejos de comprenderlo, otro exabrupto al respecto de si le aburrían este tipo de mails. Lo peor era que se trataba de un mail en el que iban en copia otras personas, lo que empeoraba más las cosas. He tenido que responderle por otras cosas del mensaje (hoy no he ido a la oficina) y al acabar indicarle que el lunes hablaríamos al respecto. La suerte es que al final parece que ha recapacitado y por la tarde me ha llamado para comentar el tema. Espero de verdad que la cosa coja otro rumbo en los próximos meses.
Nota histórica: Afortunadamente, la cosa cogió otro rumbo con el paso de los meses. Por desgracia, no puedo decir lo mismo de mi hasta entonces buena relación con Hazael González, cosa que lamento profundamente.
Anteriormente, en el blog del editor:
Aprovechando este tricentenario del blog del editor, aprovechamos estas entradas para recuperar a modo de cápsula del tiempo algunas entradas similares de años más remotos. La distancia y la nostalgia de tiempos lejanos, supuestamente mejores, hoy nos lleva a 2020, 2019 y 2016
Esta semana, por fin, hemos podido reanudar el trabajo con todo el equipo. Y menos mal porque íbamos muy retrasados con algunas
Lo principal ha sido reorganizar el calendario de los próximos meses adaptándonos a lo que hay hecho. Aunque más allá de eso, hemos reconstruido formas de trabajo y procedimientos para poder evitar cometer errores pasados. Este es un trabajo en el que si te despistas o relajas un poco, al final de la pegas.
Lo bueno es que capacidad y actitud hay, y ahora con las oficinas nuevas el ambiente es excelente, y hay más ganas que nunca el ir a trabajar.
Lo malo es que no doy abasto en cuanto a trabajo. Un sin parar. Ha venido Jaume (Vaquer) a las oficinas y apenas he podido hablar con él. Entre hacer cuentas, planificar, reorganizar sistema de trabajo, escribir una novela, reescribir la saga de Apocalipsis Island, los niños sin colegio, el gimnasio, los amigos, la vida familiar… Un sin parar. Menos que ‘sarna con gusto no pica’.
De cara a final de 2019 y comienzo de 2020 me gustaría lanzar alguna serie más dentro de la Colección Fuera Borda. Hay algunas series libres que nos interesan por lo que he podido indagar y creo que sería una buena forma de relanzar la línea.
Entre ellas están Pobre Lampil, Tif et Tondu, Bobo y Papyrus. A ver si hay suerte, porque creo que ayudarían a potenciar muy bien la línea.
Estamos cerrando los detalles del viaje a Madrid dentro de dos semanas, cuando nos entrevistaremos con las centrales de compra de los grandes almacenes, con nuestro distribuidor de librería generalista, con una persona que podría llevar una posible sucursal en México y con Isaac Sánchez (Loulogio) para hablar de sus próximos proyectos.
La semana ha estado llena de buenas noticias, como el haber agotado el ‘Estados divididos de Histeria’ o haber planificado la estrategia de la editorial del año que entra, incluyendo contratar más gente o comprar unas oficinas. Veremos porque las expectativas de final de año son muy buenas, lo cual es un alivio tal y como estaban las cosas hace unos meses, cuando costaba de cuadrar las cuentas. Cómo ha cambiado todo en apenas unos meses, fruto sin duda del trabajo bien hecho por todos.
El mes de agosto es raro por cuanto se rompe con la rutina habitual.
Esta semana, por fin, he podido trabajar tres días seguidos, 10/12 horas cada día, y ha cundido.
Ha ido todo muy bien. Océano se ha puesto al día, han entrado unas subvenciones, por lo que creo que tendremos un final de año tranquilo…
El miércoles, un día antes de lo convenido, vino Paqui para poder cuadrar conmigo el mes, y creo que lo logramos.
Además, hemos pagado los derechos de algunas series y hemos conseguido que entre en la distribuidora títulos como Bermudillo o Martínez el Facha, por fin impreso. Dentro de esa línea, ayer jueves fui a buscar los originales de otra de las series que abriremos en ‘Por fin es viernes’, “Johny Roqueta”; quedamos en el estudio de Rafa Vaquer y cargamos con todo. A ver si logramos que la línea funcione. Hay mucha gente interesada en ella, y mucha que no la conoce porque es complicado el hacerles llegar la información debido a toda la oferta que existe hoy en día.
Y también, por fin, casi un año después, acabé con las correcciones del segundo libro de Sarah. He añadido un epílogo final que deja la obra bien arriba y que le da un plus increíble. Desde luego estoy muy satisfecho.
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