Hace dos años, viernes 25 junio 2021
Hay semanas especialmente agridulces, en las que salen cosas muy bien y, por desgracia, muy mal. Esta ha sido una de ellas.
Escribo esto la semana siguiente al 25 de junio por las pocas ganas de hablar del tema. Hay ocasiones en las que uno necesita de cierto distanciamiento para poder contarlo sin la acritud que supura en el momento.
El caso es que llevábamos (llevaba) un tiempo detrás de publicar en España **** (desde el 24 de enero de 2020, cosas de llevar un diario como este). Tras año y medio hablando del tema con los franceses, presentando y preparando el proyecto, con el acuerdo cerrado tras tratarlo todo… llegaron dos meses de ghostering (o vanishing, o como se diga) en los que no recibí noticia alguna de la representante (**** se llama ella). Hasta por fin esta semana cuando se ha dignado a decirnos que la oferta de otra editorial ha sido mayor. ¿Oferta de otra editorial? Pero si el proyecto no existía y lo fuimos elaborando con ellos por el camino. Pues sí, oferta de otra editorial a instancias de la editorial francesa.
A uno que no es dado a hacer este tipo de cosas, que se las hagan le sienta especialmente mal. Pero bueno, es lo que hay, el tiempo pone a todo el mundo en su sitio.
Por el contrario, un asunto que me preocupada mucho está zanjado. Aneke nos ha confirmado que podrá hacerse cargo del dibujo de las nuevas aventuras de Esther, algo que me quitaba mucho el sueño. Ella era nuestra principal opción por muchos motivos. Estoy deseando ver sus páginas.
Nota histórica: En principio se indicaba la editorial y la serie de la que se trataba, pero dos años después sigue sin publicarse. Por eso, he vuelto a escribir para ver en qué estado está, y prefiero no indicarlo de momento para no hacer saltar la liebre. Cuando se resuelva, si me acuerdo, entraré en detalles. Es una historia interesante.
Anteriormente, en el blog del editor:
Aprovechando este tricentenario del blog del editor, aprovechamos estas entradas para recuperar a modo de cápsula del tiempo algunas entradas similares de años más remotos. La distancia y la nostalgia de tiempos lejanos, supuestamente mejores, hoy nos lleva a 2020, 2019 y 2014.
Semana marcada por la visita de pintor, electricista, albañil, carpintero y fontanero para comenzar a trabajar en la reforma de la oficina, con la idea de instalarnos a lo largo del próximo mes de julio. También hemos comprado los aparatos de aire acondicionado y presupuestado los muebles.
La idea es hacer todos los cambios posibles ahora, porque una vez instalados resulta complicado por el día a día y por estar todo ya puesto.
Visualizando el nuevo ambiente de trabajo lo cierto es que resulta de lo más ilusionante. Las nuevas oficinas son más modernas, grandes, tienen ascensor, conserje al ser un edificio de oficinas, tienen más luz, y desde la terraza de arriba se ve el mar y la catedral de cerca.
Por lo demás, la nueva normalidad se va imponiendo y nuestras novedades viendo la luz. De momento las ventas parecen ir bien y en este primer mes conseguiremos lo que teníamos presupuestado.
Esta semana lo que más trabajo está llevando es coordinar la nueva Revista Dolmen. Decidir la estructura de portada ha sido complicado, y la maqueta del interior dará problemas al diseñador hasta que se adapte. Pero por lo demás, la gente parece contenta y nosotros de momento duplicaremos tirada para llegar a más gente.
“Wild’s End” parece haber arrancado bien, la gente muestra interés por la nueva serie de Dick Tracy, el libro de Olivares de Superhéroes en Hollywood casi se ha agotado antes de ponerse a la venta… ¡Esperemos que todo siga así!
Definitivamente, necesitamos más gente trabajando en Dolmen. Somos seis y no damos abasto, por lo que intuyo que al menos hacen falta dos personas más.
Los que estamos disfrutamos mucho con el trabajo (creo), pero no hay forma de dedicarle a las obras y sus autores el tiempo que se merecen. Además, acaba siendo algo agobiante ya que evita que disfrutemos como tocaría del trabajo. Es el signo de los tiempos que corren y está todo el mundo igual, pero me rebelo contra ello, y espero que dentro de dos años cuando lea estas líneas el asunto esté resuelto.
Es curioso, porque hace 20 años yo iba de culo, no sabía delegar y cargaba sobre mí todo el trabajo editorial. Y el resto del universo parecía vivir mucho más tranquilo en el resto de sus trabajos. Hoy en día, parece que todo el mundo se haya contagiado de mí ‘yo’ de hace 20 años y corren como pollos sin cabeza. Funcionarios, autónomos… Pues bien, contra esa dinámica me quiero sublevar (aunque en mi caso particular tiene más que ver con mi hiperactividad e intento de ser padre, escritor, editor al mismo tiempo y acarrear con todos mis hobbies).
Por lo demás, la semana que viene es Metrópoli de Gijón y acudiré por primera vez ya que concurren muchos hechos: expo con motivo del 25 aniversario de Dolmen, muchos invitados nuestros… Ineludible este año.
NOTA HISTÓRICA: Somos ocho y seguimos faltos de tiempo. No ayuda la pandemia actual, la diversificación editorial, la continua adaptación a una industria cambiante, sacar doce novedades este mes… Veremos qué sucede dentro de dos años (imagino que seremos 10 y seguiremos igual… o no).
Por ello, hemos comenzado a crear una estructura que comienza por cerrar un calendario a un año vista y seguir a partir de ahí con previsiones de pagos, ingresos y demás.
Ha llevado gran parte del día de ayer y hoy, ha sido un trabajo ímprobo, pero creo que ha valido la pena.
Miras el cuadro creado y realmente es una gozada. Eso sí, no cuadra el tema económico, y por bastante, pero al menos sabemos que hay que recortar y tomar medidas. Gracias a ello hemos decidido que es necesario, por ejemplo, que el Johan #1 salga a finales de agosto y no en septiembre.
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