Hace dos años, viernes 2 abril 2021
Viernes santo, pero sin procesiones de por medio por tema pandémico.
Ha sido una semana tranquila, sobre todo por el hecho de estar todo bien delegado. Hay mucho trabajo, eso no es una novedad, pero va saliendo la cosa.
Especialmente destacable ha sido el extraordinario trabajo de David Saavedra con la coedición de Bill y Bolita. Había que llegar a tiempo para entregarlo todo a tiempo y las fechas eran tan complicadas como los materiales. Y le ha sobrado tiempo y todo. Creo que hasta los franceses se han quedado asombrados ante su (nuestra) profesionalidad.
Las cosas este año están yendo bien. Las devoluciones han sido un horror en este primer trimestre, pero tenemos buenos títulos a la vista. Lo que si pinta bien es 2022, con los proyectos para ese año, como las nuevas aventuras de Esther y lo nuevo de Isaac Sánchez (tiene una pinta estupenda).
A ese respecto, comentar dos cosas. por un lado, Isaac se ha sumergido tanto que el proyecto ha crecido mucho y no le dará tiempo a tenerlo este año. Me ha solicitado trasladarlo a 2022 ya que al tratarse de una historia tan personal, prefiere tomarse su tiempo. Y sobre Esther, ya tenemos casi cerrado el contrato para uno de los tebeos que más me ilusionan en mucho tiempo: la boda entre Esther y Juanito. Nos queda todavía mucho tiempo para verlo, ya que los planes son septiembre de 2022. Se me va a hacer eterno.
Sobre el presente, es desesperante tener que aguardar la entrega de materiales de editoriales extranjeras. Tenemos las traducciones de Black Kiss y Quena listas, pero no los materiales. Odio tener cosas pendientes de otros, porque hace que los tiempos de producción estén en el aire. Una traducción la puedes encargar a otra persona en caso de que veas que no te la van a entregar a tiempo, pero para cosas como los materiales de reproducción estás en manos ajenas por completo.
Nota histórica: Más eterno se me hubiera hecho todavía de saber que sería septiembre 2023.
Anteriormente, en el blog del editor:
Cápsula en el tiempo:
Aprovechando este tricentenario del blog del editor, aprovechamos estas entradas para recuperar a modo de cápsula del tiempo algunas entradas similares de años más remotos. La distancia y la nostalgia de tiempos lejanos, supuestamente mejores, hoy nos lleva a 2019, 2018 y 2014.
Bola extra I: Hace tres años, 5 de abril 2019
Semana de Salón del Comic de Barcelona, y van 25 (11-12 veces desde que llevo a cabo esta sección), y sin duda en la que mejor nos ha ido.
Todo el mundo está encantado con la forma en que van las cosas y he de decir que el stand es el que mejor ha quedado de todos estos años. Daba gusto verlo en la distancia por cómo había quedado decorado. Al final, tanto trabajo valió la pena.
Un Salón nostálgico porque dado el tema del 25º aniversario no puedes evitar echar la vista atrás y recordar viejos tiempos, sobre todo cuando estás rodeado de tanta gente que ha estado ahí la mayor parte de ese tiempo, al haber crecido todos juntos y seguir trabajando de ello tanto tiempo después, algunos como libreros, otros como dibujantes, agentes, editores…
Un mundillo con unas características muy especiales en el que ahora, dada su bonanza, intentan entrar las grandes editoriales, encontrándose con que las fórmulas habituales no funcionan. Y es que no es lo mismo haber mamado el cómic desde niño que acudir a un ‘simposium’ donde te expliquen cuatro tecnicismos al uso sobre el tema.
Puede que sea algo parecido a lo que sucede con la dirección del Saló, que parece querer replicar fórmulas de otros eventos sin darse cuenta de la particular idiosincrasia de este mundillo. El Saló, con sus 37 años de historia, es algo más que cifras y números, es una cita anual ineludible en general, cuyo valor para la gente que acude no se cuantifica en números ya que de momento no existe un modo de medir la ilusión.
Bola extra II: Hace cuatro años, 11 de mayo 2018
Lo de comprar unas oficinas a lo largo de los próximos años, es algo que tendremos que considerar más en serio de lo que creía. He mirado precios y veo que se pueden conseguir unas que sean céntricas por unos 150.000 euros, lo cual es un precio muy razonable para como está todo por Palma en estos momentos.
Esta semana la hemos dedicado principalmente a preparar las sesiones de firmas de la Feria del Libro de Madrid que comienza en 15 días; programar a tantos autores conlleva bastante tiempo, ya que son muchas personas y cada una de ellas con sus circunstancias.
También hemos comenzado a preparar los dossiers de las subvenciones del IEB cuyas bases han salido esta semana (y que conllevan bastante tiempo) y a buscar obras que publicar más adelante. Es el momento ideal para ello, ya que disponemos del potencial para embarcarnos en proyectos nuevos, tanto financiero como personal. A ver si todo este trabajo se nota y dentro de dos años, en el momento de publicar el blog, las circunstancias lo refrendan.
Bola extra III: Hace nueve años, 4 de abril 2014 – Fuera Borda
Quiero tener cerradas al menos 1-2 series más, por lo que convocaré al consejo de sabios para ver cuáles de las obras que tengo en mente son más recomendables. Estoy detrás de ‘Bermudillo el genio del hatillo’ pero los derechos son de un holandés, y de Quena y el Sacramus, pero no pertenecen de momento a Dupuis, motivo por el que he contactado directamente con quienes se supone tienen los derechos.
Confío en esta línea mucho y creo que podría sustentar esta editorial durante muchos años, ayudándonos en momentos como los actuales en que no podemos confiar mucho en la narrativa cuyas ventas son muy dispares entre títulos.
Sobre Bermudillo, ni Dios confía en que pueda funcionar, pero mi instinto de editor cree todo lo contrario. Es una obra que leí hace mucho tiempo y que disfruté francamente mucho. El dibujo es magnífico, y las historias fenomenales.