Hace dos años, viernes 4 diciembre 2020
Estoy detrás de los derechos de los cómics de Buffy, serie de la que siempre he sido muy fan y cuyos cómics en España nunca han funcionado muy bien (creo). Mi idea sería relanzar los ya publicados pero en otro formato. Veremos, creo que hay más editores interesados en ello, y la verdad es que ya tenemos bastante saturado el calendario del año que viene.
Respecto a ese calendario, la verdad es que estamos trabajando con más previsión que nunca. Estamos ya con las novedades de marzo, lo que nos permite ir más relajados a la hora de hacer las cosas, y no ir siempre apagando fuegos. Es una sensación de lo más agradable.
Algo parecido sucede con la revista Dolmen, trabajando ahora a varios meses vista en relación a los temas generales sobre los que tratará.
Por otro lado, nos han llegado muestras del fabricante de los puzles y las calidades son buenas, por lo que si todo va bien nos lanzaremos a ese nuevo mercado a lo largo de 2021. Somos de culo inquieto, y en estos momentos conviene diversificar y explorar nuevos mercados más que nunca.
Por delante tenemos un largo puente con cuatro días de fiesta. Será un buen momento para recargar energías. Los hay en la oficina que, hoy viernes, ya se han tomado el día libre.
Nota histórica: Al final dejamos de lado las opciones de Buffy y los puzles. Conforme leáis el blog y lo que viene a continuación iréis comprendiendo porqué. Básicamente, por haber ido diversificando en líneas como Albion (lo que implica dos tebeos más al mes), publicando títulos como Monstruos, etc. Y no conviene intentar abarcar demasiado o de lo contrario se aprieta poco.
Anteriormente, en el blog del editor:
Aprovechando este tricentenario del blog del editor, aprovechamos estas entradas para recuperar a modo de cápsula del tiempo algunas entradas similares de años más remotos. La distancia y la nostalgia de tiempos lejanos, supuestamente mejores, hoy nos lleva a 2017, 2013 y 2010.
¿Qué se hace en una semana de puente que abarca del miércoles al viernes? Pues intentar tomarse las cosas con calma y adelantar faena, sobre todo porque venimos de meses de trabajo bien duro y bien hecho.
Las novedades van viento en popa, saliendo a tiempo y vendiéndose, la tercera entrega de ‘El Libro de Sarah’ marcha como un tiro de bien… y ya tenemos cerradas las nuevas series de la Colección Sin Fronteras que saldrán en breve: Mandrake y The Panthom. Creo que ésta debe de ser la primera vez que alguien se anima en España en décadas con cinco colecciones de tiras de prensa clásicas, lo que supone un verdadero hito histórico editorial. Y es un orgullo que seamos nosotros los que nos hayamos atrevido.
Él anota las cosas pendientes en un cuaderno.
Puede parecer que no hay diferencias, pero en mi caso, intentaba acabar con todas las tareas apuntadas en el ordenador, nunca lograba hacer todo lo que me proponía y eso me creaba ansiedad: es imposible hacerlo todo, por imprevistos, por el día a día, por exigirme hacer más cosas de las posibles…
Ya hace un tiempo vacié la lista y transporte 300 cosas por hacer que no eran urgentes a un documento. Y ahí siguen, años después.
El jueves pasado decidí comprarme un cuaderno y traspasar ahí las cosas pendientes. De esa forma, reviso la lista por la mañana, me pongo con el día a día, y hago lo más urgente, sin querer hacerlo todo.
Y parece que la cosa funciona.
Bueno, al final no han entrado las cuatro novedades de final de mes, lo cual es malo porque quiere decir que no las cobraremos hasta el mes que viene, y ha sido bueno porque aún así nos dará para gestionar el mes y ponernos al día con mucha, mucha, mucha gente.
De modo que ya no importa que saquemos más cosas este mes (risas). Por surte, espero que lleguen a tiempo el libro de Mazinger Z (que tiene muy buena pinta, insisto) y alguna novela de zombies más, que en estos meses saldrán un buen número de ellas, y todas buenas y con posibilidades (segundas partes, buenos autores…).
Parece que se acercan buenos tiempos y que la siembra funcionará, aunque prefiero no fiarme, llevo ya tres años escribiendo lo mismo, y al final siempre ha sido ‘lo comido por lo servido’.
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