COMO CADA LUNES… EL BLOG DEL EDITOR (parte 204). Hace dos años, viernes 9 noviembre 2018
He pasado de trabajar 18 horas al día (literalmente) y ser imprescindible a trabajar 6 y darme cuenta de que no me necesitan para nada. Supongo que es bueno y significa que he aprendido a delegar, y en la gente correcta.
Desde junio no logro encontrar una rutina en la que rascar 8-10 horas de trabajo como me gustaría, pero veo que no hace falta ya que, en el mes de mayor producción de nuestra historia (no sé la cantidad de novedades que salen en octubre y noviembre) es cuando menos he trabajado (debido a motivos personales como una operación de ojos, comprarme una casa, estar más tiempo con mis hijos, mi padre en el hospital, escribir novelas). Ninguna queja hacia el mundo, todo lo contrario, pero me estresa; me gusta trabajar y me siento como si no hiciera suficiente (a pesar de que las cosas salen… solas, como me gusta decir en broma). Supongo que debe ser la sensación de mono.
Sea como sea, he de encontrar el momento de cerrar el calendario de 2019, lo que me llevará muchas horas de trabajo. La cuestión es que han de ser, preferiblemente, seguidas para poder estar centrado.
Vicente García