Hace dos años, viernes 14 julio 2017

            Ya tenemos la resolución del juez sobre el tema de los daños y perjuicios por la sobrecubierta en nuestra edición de ‘Y pese a todo’. A pesar de la sanción de 4000 euros, hemos llegado a un pacto interno con la editorial cuyos detalles no puedo desvelar pero que satisface a ambas partes.

            Por otro lado, la decisión del juez era un tanto discutible, teniendo en cuenta lo que hemos vendido nosotros de ese libro con la sobrecubierta (apenas 50 tras retirarla del mercado) y la otra editorial (Stella Maris), unos 600 ejemplares (el dato de las ventas finales se hizo público durante el juicio). Desde luego me parecen pocos ejemplares, y no me extraña que por ello decidieran no hace mucho el no editar ellos la segunda parte (creo que al final la publica el autor por su cuenta, suerte le deseo desde aquí, por supuesto). Menudo negocio hicieron los pobres con el libro creyendo que gracias a la película venderían mucho, pero está claro que no fue así.

            Esta semana, por otro lado, ha tenido lugar un hito histórico como ha sido el quedarme por fin con cero e-mails en la bandeja de entrada, algo que no sucedía desde… no lo sé, pude que 5-6 años. He apretado al máximo con el tema y el jueves pasado por la noche lo logré. Era ya algo personal. Me sentí realmente bien viendo que no había e-mails, es una sensación extraña. Por supuesto, el viernes ya estaba de nuevo repleto de nuevos mensajes para contestar. El caso en muchos casos es tener as fuerzas para abordar el tema del mensaje; son todos tan diversos y requieren tomar decisiones de todo tipo, por lo que acaba resultando muy cansado.