A tan solo un día de la publicación de El peregrino de las estrellas os dejamos con esta amena charla con Enrique Breccia.

Se publica de nuevo El peregrino de las estrellas. ¿Qué ha significado en su trayectoria esta obra?

Por las características surreales de la historia, El peregrino de las estrellas es una historieta bastante diferente a otras de mi producción. La hice contemporáneamente con Alvar Mayor, y muchas veces ambas compartían el tono onírico de la historia, algo que terminó enriqueciendo a las dos.

En esta obra, recurrieron a a personajes extraídos de los cuentos infantiles tradicionales, hadas, magos, ogros y duendes. ¿Cómo se transforma la fábula tradicional a reflejar contradicciones y pequeñas ruindades humanas?

Creo que la similitud con las fábulas clásicas es la participación de animales: por ejemplo en el capítulo con mandriles, pero las historias de El peregrino no persiguen ningún propósito aleccionador, didáctico ni de enseñanza moral. Los guiones se podrían definir como «fábulas de lo desconocido».

Carlos Trillo es, el guionista, entre otros, de este Peregrino de las estrellas, se le considera uno de los más grandes guionistas de cómic. ¿Cómo era trabajar con él?

A mi juicio Carlos Trillo es el mejor guionista argentino e hispanoamericano, y sin duda uno de los mejores del mundo. Éramos buenos amigos antes de comenzar a trabajar juntos, así que la colaboración profesional se dio de manera natural, como una prolongación de la amistad basada en compartir un sentido del humor irónico y una mirada algo desencantada de la realidad.

Era muy fácil y agradable trabajar con él.

¿Qué recuerdo guarda de él?

El mejor recuerdo porque nos divertíamos mucho trabajando. Carlos hacía un borrador muy somero de la historia, omitiendo las descripciones gráficas y por lo tanto la inevitable tensión que inevitablemente se da entre la visión literaria del guionista y la visión gráfica del dibujante. A veces me contaba el guion en la mesa de un café, yo lo dibujaba y luego él agregaba los textos. El peregrino de las estrellas nació en un viaje en micro a las afueras de Buenos Aires. En las dos horas del viaje me contó la idea y mientras lo escuchaba yo iba imaginando a los diferentes personajes. Al regreso la historia ya estaba lista para ser ilustrada.

¿Cuándo empieza a dibujar?

De muy chico, pero antes de comenzar a ganarme la vida con la historieta pasé por diversos trabajos: por motivos familiares tuve que abandonar mis estudios, y a los 15 años me emplearon para descargar cajones en un mercado mientras por las noches servía café en un barcito en el andén de una estación ferroviaria, y gracias a mi habilidad manual, durante varios años fabriqué artesanalmente cabos de cuchillos por encargo.

¿Cuáles son sus referentes?

No tengo referentes, al menos no conscientemente. Nunca fui un lector de historietas así que no hay ninguna referencia por ese lado. Estoy muy ligado a mi tierra, y es posible que en mi estilo haya algo de la iconografía popular de mitos y leyendas rurales.

¿Dígame, si tuviera que elegir uno, con cuál de los personajes a los que ha dado vida, se quedaría?

Con El Sueñero.

Lleva muchos años en el mundo de la historieta, ¿Cómo ha ido cambiando, según su visión?

Como dije no leo historietas y tampoco soy un estudioso del tema. Sólo puedo decir que continúa siendo un formidable medio masivo de entretenimiento y difusión de ideas, y creo que esto no se modificó con la disminución de la historieta en papel y el incremento de la historieta digital, de la misma manera que el libro electrónico no hizo desaparecer el libro de papel.

Se dice de usted que sigue dibujando a mano. ¿Se siente un rara avis dentro de este mundo?

Así es. Siempre digo que soy un fósil viviente. Tiene que ver con mi necesidad de tocar y modificar los elementos usando mis manos. Trabajo solo. Compro y corto el papel, dibujo a lápiz, entinto con pincel y pluma tradicional de metal y coloreo con acuarela, gouache y acrílico. Nada diferente a un monje medieval iluminando libros.

¿Nos podría contar en qué está trabajando ahora?

Quiero llevar a la historieta el Martín Fierro, el poema nacional argentino, y una novela gráfica a color llamada La redondez del mundo, basada en la hazaña de Magallanes y Elcano, con un extraordinario guion escrito por la historiadora española Elvira Roca Barea, para la cual estamos buscando editores en España.

¡Gracias por compartir este rato con nosotros Enrique!