En el aspecto de las librerías doy fe de que como esto siga así tienen los días contados, y no hablo por los e-books. Actualmente me da la sensación de que todo el mundo compre los libros en las grandes superficies, es algo que cada vez se ha extendido más; los propios autores se preocupan más si no lo ven en el FNAC que si no está en el resto de librerías pequeñas. A mí en cambio me preocupa más el verlo en las librerías pequeñas, pero debo de ser un antiguo ya que en el fondo, la venta en estos puntos no representa casi nada respecto al resultado final, y es una pena. La gente casi prefiere la impersonalidad de estos lugares al posible trato más afable y atento de la pequeña librería (aunque en ocasiones, por culpa del librero borde de turno pagan justos por pecadores).
Eso sí, reconozco que en muchos casos la profesionalidad en otros aspectos de lugares como el FNAC o el Corte Inglés acaba llevándose por mano al cliente.