No es que hubiera mucha cosa ni que fuera importante, pero el caso es ése. Ya veremos si con los materiales de otras editoriales que también imprimen ellos (como Glénat) sucede lo mismo y se retrasan con algo, que como esta semana es el Salón del Manga…
Por el contrario, la semana pasada llevamos una cosa al impresor que tan bien se ha portado con nosotros en cuestión de pagos y en cinco días han tenido listos un libro. Las comparaciones son odiosas, pero es imposible no hacerlas.
Por lo demás, más mudanza. Ahora hay que calcular tiempos para cuadrarlo todo: hoy han enyesado el nuevo despacho, mañana lo pintan, el viernes ponen parquet, han de colocar un falso techo, y finalmente instalar el teléfono y el wi-fi. Casi nada.