El nivel de la revista ha subido y mucho con incorporaciones notables como la del editor de Glénat Joan Navarro, Pepo Pérez… El número cuenta con un extenso dossier dedicado a Horacio Altuna (para nosotros, español como el que más) y aunque la relación con él es excelente, no he pecado de ingenuo esperando sus dibujos ya que para estas cosas es algo informal (aunque como tertuliano agradable en una tarde de lluvia no tiene precio).
Nota histórica: Este año, 2011, Altuna no pudo asistir al Saló (recién acabado ayer) y eché de menos el poder disfrutar de su siempre agradable compañía. Qué rápido, por cierto, pasó todo, y cuanta gente a la que no pude ni saludar. Debería de durar ocho días y no cuatro.