Hace dos años, domingo 17 julio 2022
Resulta complicado concentrarse en algo que no sea la marabunta de devoluciones mensuales que continúa. Menos mal de las buenas ventas del fondo, que intentamos trabajar tan bien, porque de lo contrario la situación habría podido ser más que apocalíptica.
La venta de algunas novedades y el fondo editorial están ayudando a frenar esta barbaridad de devoluciones, comandadas este mes por el FNAC, que como siempre en verano, realizan inventario.
Norberto Fernández, sustituto de Quim Bou en Historia de la Humanidad, ha entregado el boceto de las primeras diez páginas y, como ya le he dicho a él por teléfono, me han encantado. Es un verdadero placer volver a trabajar con él después de tanto tiempo (con la Eros estuvimos alrededor de diez años). Es la típica persona con la que da gusto conversar.
Otro reencuentro, aunque nunca hicimos nada juntos en el pasado (lo cual ya es raro) es el de Hernán Migoya. Por un casual de la vida, vi un post en FB donde hablaba del 20º aniversario de su “Todas putas” y que no le sabría mal reeditarlo. Por ello no dudé un momento en escribirle al respecto y proponerle reeditar los dos primeros y hacer un tercero. Nos entendimos enseguida y ya está todo en marcha.
Con Antonio Martín también hemos cerrado varios libros para el futuro, esperemos que tenga tiempo y pueda ponerlos en marcha. Como bien sabe él, porque así se lo he transmitido, se me hace extraño trabajar juntos después de nuestra historia pasada. Solo espero poder comer algún día futuro con él y David Ramírez, y poder hablar distendidamente de la vida.
Con quien hemos tendido puentes es con David Rubín. Tuvimos un desencuentro cuando sucedió lo del viaje al Sahara y desde entonces nos habíamos bloqueado. A raíz de un comic que publicaremos (Breathtaker, que creo que traduciremos como Arrebatadora), Carlos Portela nos comentó que David era muy fan del comic y que estaría bien que nos hiciera una cita para el libro (Portela hizo la intro, ya que también es muy fan). David dijo que lo normal sería que antes yo le llamara pidiendo disculpas, y aunque al final mandó la cita sin que le llamara, le pegué un toque. Considero que las cosas se han de hacer así, dejando de lado los egos, y si no lo hice antes fue porque sencillamente no había localizado su teléfono (Koldo Azpitarte y Mikel Bao son buenos testigos de ello). Todo hablado, zanjado y pelillos a la mar.
Desde luego, los humanos somos una especie bien extraña, con mucho recorrido de mejora. Pero demos tiempo al tiempo.
Nota histórica: No me acordaba de esa llamada a David, puede que tengamos que probar de nuevo en el futuro. Qué complicadas son las relaciones y el ser humano.