Ha quedado de miedo. Obviamente, nada más verlo, he visto cosas que son mejorables, me sucede siempre, pero he aprendido a controlar ese impulso depresivo postparto provocado por esas cosas “mejorables”. Hacía tiempo que no nos llagaba algo y estaba tan contento (y eso que el Liberty quedó de miedo). Pero el caso es que algo que nos ha llevado un año preparar, que ha supuesto un esfuerzo colectivo tan grande, supone algo diferente.
Por lo demás, parece ser que el banco da su visto bueno (vamos, que soy ‘hiper-solvente’, con ‘solvente’ parece que en los días que corren no basta) y me conceden el crédito. Si todo va bien el lunes podrá cobrar bastante gente.