Además de historias como las dedicadas a la profesora viciosa, ‘Esperando el tren’, ‘La Prima’ o ‘Sonia’, contamos con la sección de ‘Famosas y deseadas’ dedicado a Jennifer Love Hewitt o nuestro habitual rincón dedicado al cine porno donde en esta ocasión se habla a lo largo de tres páginas del genio del cine gonzo Alex Romero.
Y como siempre, os dejamos con el editorial de nuestra jefa Raquel Rubio
El mes pasado hablábamos de las diferencias mentales entre hombres y mujeres, ya que las cosas que nos diferencian no se quedan simplemente en la cuestión física, sino que se extiende a las percepciones que tiene cada sexo: la forma de enfocar las cosas, de motivarse, de interpretar lo que se ve o se oye, etc. Esto viene a cuento de que mientras que un hombre (generalizando) entiende una simple pregunta como ¿A qué edad perdiste tu virginidad? como algo erótico, muchas mujeres no lo dejan de ver más allá de un simple cotilleo.
A donde quiero llegar es a que no hace mucho, recuerdo estar teniendo una conversación trivial con un amigo en la barra de un pub, charlando tranquilamente y surgió la pregunta antes mencionada, y mientras que yo sentía simplemente curiosidad por saberlo, noté -lo juro-, cómo a mi amigo comenzaba a crecerle el miembro y tener una erección bajo aquel pantalón blanco de raso; y eso que no entré en muchos detalles sobre cómo fue mi primera vez. Tuve que hacer realmente juegos malabares oculares para mantener mi vista alejada de su entrepierna, perpleja como estaba de que aquella conversación le hubiera provocado semejante reacción (y recalco lo de semejante porque era una señora erección, que de eso entiendo algo). A partir de ahí, fui mala, lo confieso, le sometí a un verdadero ejercicio de examen mental y práctica científica, llevándole por todo tipo de temas, notando las reacciones del pene ante aquellos que realmente le excitaban. De modo que la conversación fue aderezada de vez en cuanto con cuestiones del tipo ¿Te gustaba tu maestra, habrías mantenido relaciones sexuales con ella? o ¿Prefieres hacerlo con una mujer disfraza de Catwoman o de enfermera? o ¿Te has planteado hacerlo con dos mujeres a la vez?
Fue de lo más entretenido e instructivo, porque me enseñó (afirmó más bien, que una no es tan ingenua) realmente que seguramente la imaginación masculina es todavía mayor que su capacidad para pensar en el sexo.