¿Hasta dónde puede extenderse una afición? ¡Hasta el infinito y más allá! decía Buzz Lightyear, y es justamente en ese mundo fantástico donde los protagonistas de este libro se sumergen para recoger ideas, sugerencias y el valor necesario que les permita dejar el vestido anónimo del ser humano y ponerse el traje de superhéroe o de cybersamurai.
El cosplay pone a nuestro alcance una ficción; es una manera para decir, sin usar palabras, que la narrativa fantástica sigue alimentando nuestra imaginación y es, además, un producto artístico hecho a mano que conlleva un duro trabajo y que no quiere recibir otra compensación que el asombro ilusionado de un grupo de fans del cómic y de los dibujos animados.
Desde Tokio hasta Nueva York, pasando por Londres y París… Todo el mundo está viviendo esta moda que cada día se extiende más, hasta el punto de salir de las paredes de las ferias para invadir la calle y la vida cotidiana.