“Una vez más, los editores de libros demuestran su poca sensibilidad frente a los valores cristianos. En esta ocasión, se trata de una antología publicada por la editorial Dolmen, titulada Antología Z, que incluye el relato Primera resurrección de Rubén Serrano, una sátira sobre los últimos días de la vida de Jesús, de contenido ofensivo para los católicos.”.
Mª. Dolores Olivera
http://webcatolica.net/
A lo largo de la jornada del jueves 15 de julio de 2010 nos han comunicado en la redacción de Dolmen la publicación de un texto en WebCatolica.net en el que se nos acusaba poco menos que de intentar desestabilizar a la Iglesia con frases del estilo de “Cada vez está más de moda escribir historias contra la Iglesia y la fe cristiana. Los católicos somos agraviados y heridos en las fibras más sensibles de nuestro corazón” o “Parece que es lícito fregar el suelo con la imagen de Cristo”.
Desde Dolmen nos gustaría ante todo dejar claro dos cosas: apoyamos por completo al autor del relato publicado y, aunque lamentamos haber podido herir la sensibilidad de algún lector o causar cualquier tipo de molestia pública, no consideramos que sea necesario pedir disculpas, por cuanto el mínimo ejercicio del sentido común debería dejar bien claro que se trata de un relato ficticio que carece de la más mínima intención dogmática, un ejercicio de historia-ficción usando el mero recurso de la resurrección de Jesucristo.
No entendemos el llamamiento a boicotear el libro ni las acusaciones con respecto a “presentar al Mesías como un farsante y un embaucador en vez de como el Hijo de Dios”. Ni es ése el trasfondo del relato ni la idea inicial (o final) del escritor.
Esperemos que no sea también motivo de conflicto el hecho de que un cura sea el protagonista del blog participado por Dolmen, en donde además el Papa ha muerto y ha resucitado convertido en zombie
En cualquier caso, el propio autor ha negado también la mayor declarando: “Se trata de una fantasía literaria a todas luces inverosímil (¡los zombis no existen!), sin ningún afán de atentar contra las ideas religiosas de nadie. Esta libre reinterpretación de los hechos no busca en ningún caso imponer una versión distinta de la oficial ni atentar contra la figura de Cristo. Ni tan siquiera pretende sembrar dudas sobre el texto bíblico, pues nadie en su sano juicio admitiría que mi versión es más creíble que la original”.
Desde Dolmen simplemente nos gustaría hacer una llamada a la sensatez en lo que a la literatura de ficción se refiere, intentando no leer dobles sentidos ni mensajes conspiranoicos que no existen.
Por si hubiera alguna duda, os dejamos un enlace a un PDF con gran parte del relato para que quien lo considere oportuno pueda saber con total exactitud los términos en qué está escrito el mismo.
También, para quien desee leer el texto íntegro de Doña Mª. Dolores Olivera, os dejamos a continuación con el contenido del texto íntegro:
Cuando la literatura ofende a los creyentes
Una vez más, los editores de libros demuestran su poca sensibilidad frente a los valores cristianos.
En esta ocasión, se trata de una antología publicada por la editorial Dolmen, titulada “Antología Z”, que incluye el relato “Primera resurrección” de Rubén Serrano, una sátira sobre los últimos días de la vida de Jesús, de contenido ofensivo para los católicos.
Negando los dogmas de fe, presenta al Mesías como un farsante y un embaucador en vez de como el Hijo de Dios, y rechaza que el Redentor, después de resucitar, ascendiera al Cielo en cuerpo y alma.
Entre los elementos de mal gusto presentes en el texto está la figura de Jesús convertido en un muerto viviente.
Es posible que alguien diga: si se trata de una ficción narrativa, ¿por qué tomárselo a mal? Pues porque es necesario tomarse en serio el poder de la literatura. Por eso y porque parece que, cada vez más, está de moda escribir historias contra la Iglesia y la fe cristiana. Los católicos somos agraviados y heridos en las fibras más sensibles de nuestro corazón por escritores como Dan Brown, con su “Código Da Vinci”, y otros; y nadie protesta.
Pensemos qué ocurriría con una novela que tergiversara la vida de Mahoma, de Buda o de cualquier otra figura religiosa ajena al cristianismo. ¿Acaso no se levantaría todo el mundo contra tan innoble infamia, incluidos los abanderados más políticamente correctos de la libertad de expresión? Sin embargo, eso no sucede cuando se trata de Cristo. Parece que es lícito fregar el suelo con su imagen.
¿Llamadas a boicotear el libro? Algunas ha habido, como derecho a la legítima defensa frente al agresor injusto, derecho cuyo ejercicio entra en la esfera de la libertad de cada cual. Yo no lo hago, ni llamo a los fieles a hacerlo, sino a multiplicar los esfuerzos por confirmar la verdad sobre los Evangelios y sobre Jesús. Leer o no leer, cada uno sabrá lo que hace; yo sólo desearía que, de hacerlo, se aplicara un mínimo de espíritu crítico, ojalá sustentado en un mínimo conocimiento de la verdadera historia de Cristo.