Hace dos años, lunes 31 marzo 2014. Juicio a la vista.
El autor que se aprovecha de que su madre es abogada (por lo que el asunto le cuesta cero euros y a Dolmen del orden de 2000) y de que por alguna extraña razón el contrato no tenía fecha de entrega (no sé si la quitó él mismo en su momento de forma premeditada o qué, eso ya da igual).
La cosa creo que ha ido bien, pero con estas cosas nunca se sabe.
Mi declaración según mi abogada ha sido bastante buena: vehemente, descriptiva y convincente, por lo que a ver si se cierra este asunto. La verdad es que no he estado nervioso, pero es no quita que anoche me costara conciliar el sueño (habiendo dormido apenas 4 horas; nervios y el cambio horario del sábado pasado) y que tras declarar tuviera algunas nauseas.