HACE DOS AÑOS: Viernes, 11 marzo 2011. Esas editoriales que roban el dinero a sus autores
No puedo más, dan más trabajo que cuatro autores veteranos a la vez. Si no es una queja es otra, y no ven que vender 1500 copias de su libro es un exitazo; todos quieres vender 10.000 y si no, encima parece que te acusen de engañarles. Si no fuera por aquello de que acabarían pagando justos por pecadores, lo mandaba todo a tomar viento (si no fuera por gente como Juande, Alamo y compañía que, como otros, son excelentes personas, en días como hoy, me pensaría muy mucho el dejar de publicar a autores nuevos y dejar ese trabajo a otros; en fin, no olvidemos nuestros principios y sigamos con ellos, con la base nuestra de buscar nuevos valores y dar esa oportunidad que otras editoriales no dan).
Cansa tener que estar demostrando una y otra vez, y otra, y otra, que no se les roba, que no se les escatima con las ventas. Ya no sé qué hacer. Da igual lo que les digas, los certificados de tiradas no valen por si estás compinchado con la imprenta (o imprentas, en el caso de reediciones que se han llegado a hacer en varias imprentas), ni certificado de ventas no seas que estés confabulado con el distribuidor… Como tuviéramos tiempo de complicarnos las vidas por esto, cuando precisamente, si un autor te funciona, lo que deseas es precisamente que se quede, y que en todo caso le falsificarás las ventas al alza para demostrarle lo bueno que eres como editor y no se marche a otra editorial. Nada, hay quienes no lo entienden, quienes prefieres romperse los cuernos retorciéndose en estas diatribas.
Encima, cierta persona que estuvo con nosotros hasta hace poco (y no viene a cuento decir nombres ahora) no debe de haber visto con demasiados buenos ojos su salida de Dolmen, ya que está haciendo comentarios que no corresponden, y retrasando, Dios sabrá porqué, la salida de uno de nuestros libros. He tenido que darle un ultimátum que ha entendido. Es una lástima que haya gente que sólo entienda el lenguaje del palo.