Hoy tocaba hablar con el distribuidor, y hemos estado reunidos unas 8 horas que han resultado ser de lo más productivas. Hemos negociado algunas condiciones y puesto en marcha toda una serie de proyectos que pueden funcionar bien.
Lo primero es el hecho de que al conocernos desde hace tanto tiempo (sobre todo a Jordi Samaranch) hay toda una serie de cosas que no son necesarias, como la de ir especialmente arreglado arreglado para la ocasión o el afeitarse la barba de cinco días que uno lleva
Todavía no había visto las oficinas nuevas y al fin he podido hacerlo. Bueno, de hecho, técnicamente sí las había visto, hace un año y pico cuando fui a Ediolog a mover palets con Llorenç. En aquel entonces aquello estaba hecho un desastre, lleno de muebles tirados aquí y allá, un ambiente oscuro, sin nadie, frío, lo baños derruidos… Hoy verlo todo cambiado ha sido chocante, muy chocante. Caminaba por aquel sitio y se me hacía extraño el superponer lo que recordaba a lo que veía. Desde luego les ha quedado francamente bien.
Y lo más grande ha sido confirmar que la liquidación del mes de diciembre ha sido superior incluso a lo que me comentaron la semana pasada, con lo que no me he podido quitar la sonrisa de tonto en todo el día.