Sin duda lo mejor ha sido podes pasar el día con Jorge Iván, alejados del mundanal bullicio que suelen ser nuestras reuniones siempre en mitad de salones o jornadas del cómic. Hemos repasado proyectos y planteado el calendario de los próximos meses.
Por lo demás, en el trasbordo en Barajas (no pudo ser vuelo directo), una mujer ocupaba mi asiento junto a la ventanilla, tras discutir sobre si la “F” era el asiento de pasillo o de ventanilla (ella mantenía que dependía de por donde se contara, olvidándose de que quedaba bien claro en el dibujo que había sobre nuestras cabezas si la “F” era el pasillo o la ventana) y tras sentarme en MI lugar, mientras apoyaba la cabeza en la ventanilla y cogía el sueño, no he podido dejar de escuchar a la mujer decirle a su marido: “Lástima no poder haber estado junto a la ventanilla, esperaba poder ver el lugar del accidente aéreo del otro día”. Lo que hace el morbo.