Ha quedado todo mucho mejor, aunque nos ha llevado algo de tiempo (era un día con pocas cosas que hacer, sobre todo porque Diego García –supertraductor/intérprete de nuestra editorial que compartimos con la Unión Europea en Bruselas- se nos casa mañana y esta tarde partimos con Jaume a Tarragona a acudir al evento).

El caso es que ahora parece que tenemos donde poner una buena mesa de reuniones, lo cual nunca está de más.

Por lo demás, las ventas bajan, sí, pero lo de los precios de las imprentas… menuda caída en picado. Hay una guerra brutal ahí fuera, con precios realmente que nada tienen que ve con los de hace 4 años. No sé a dónde vamos a llegar. Veremos como fueron las ventas mayo de las que sabremos cosas este lunes.