Es una promesa, he de luchar contra el maldito síndrome de Diógenes. Llevo trabajando con sólo el portátil desde hace tres semanas y no se ha acabado el mundo, por lo que eso significa que, realmente, no necesito ninguno de los trastos que me traigo conmigo. No es normal, lo acepto, el guardar por ejemplo el papeleo contable de los años 2002, 2003… sobre todo cuando la contabilidad basta con guardarla 5años. Pero claro, coges las carpetas y ves todo el trabajo que llevo hacerlas y no sabes cómo tirarlo a la basura, a pesar de la inutilidad que representa. Ahora no hablemos ya de deshacerse de tebeos.