Por la tarde he ido con Dario a visitar a la imprenta con la que imprimimos las novelas, Romanya y Valls, situada a una hora de Barcelona y a cinco minutos de, casualmente, la casa del artista que nos hace las portadas de las novelas (por lo que suele ir hasta allá a revisar las pruebas de color de sus trabajos).

Convenía ir para ver el lugar, hablar con los dueños y darnos a conocer. Si queremos aumentar la producción deberemos de comprar nosotros mismos el papel para la imprenta no asuma mucho riesgo con nosotros, ya que al parecer han tenido ya bastantes impagos. ¿Y quién no?

Hemos perdido la tarde, pero no quedaba más remedio que hacerlo.