De nuevo durmiendo en el avión y por la noche, hace un rato, contestando mails como un loco. Por fortuna muchos menos de los que esperaba, unos 100 sólo.

Ha sido un salón extraño, ha pasado volando. El viernes pasé media mañana en taxi yendo a buscar el ‘Soy Anécdota’ de Guillem Dolç a la imprenta para que estuviese en la presentación de las 11’30 (llegué a las 11’25, pagando una factura de taxi de 30 euros).

La lástima es que no llegaran a tiempo algunas novedades como el As de Pique (bueno, sólo 5 copias simbólicas, una de ellas para Cels Piñol y otra para Terry Dodson) o el libro de Nubilus (me supo fatal ver la cara del autor y su mujer, que venían con su hija de 1 año, al enterarse de que no estaría a tiempo y no habría sesión de firmas –nosotros lo acabábamos de saber, con la confirmación de la imprenta-. Es un gran tipo y no se lo merecía, espero que el libro funcione y le sirva de recompensa).

La caja no fue mal, la lástima es que el domingo y el lunes fuera tan floja, pero servirá para ir tirando.